Domingo Adviento 1ª Semana de Fiesta

San Andrés Apostol

Primera lectura: Jer 33,14-16;

Ya llegan días —oráculo del Señor— en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: “El Señor es nuestra justicia”. 


Salmo: Sal 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14;

R/. A ti, Señor, levanto mi alma.

Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. /R.

El Señor es bueno y recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. /R.

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad, para los que guardan su alianza y sus mandatos.  El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. /R.


Segunda lectura: I Tes 3,12-4,2;

En cuanto a vosotros, que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos. Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús: ya habéis aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así y seguid adelante. Pues ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús. 


Evangelio: Lc 21,25-28.

Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación». 


Reflexión:

La venida del Hijo del Hombre, descrita por san Lucas según la terminología apocalíptica de Dan 7,13s, será un acontecimiento liberador. Entonces serán recapituladas todas las cosas en Cristo (Ef 1,10). Un proceso comenzado por Jesús y con él. Así lo expresó en la respuesta dada a la pregunta del Bautista -“¿Eres tú o tenemos que esperar a otro?” (Lc 7,19)-; “Decidle lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva” (Lc 7,22). Son los primeros brotes del Reino. Hay que saber leer los signos de Dios en la historia, incluso en sus capítulos más sombríos, inyectando en ellos la dosis necesaria de esperanza, y colaborando para que en esos signos se perciba el proceso liberador de Dios.


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