Viernes 34º Semana Ordinario 2º de salterio

Todos los Santos de la Orden Franciscana

Primera lectura: Ap 20, 1-4. 11 – 21, 2.

Todos fueron juzgados según sus obras. Vi la nueva Jerusalén que descendía del cielo.
 


Salmo: 83

R/. He aquí la morada de Dios entre los hombres.
 


Evangelio: Lucas 21, 29-33

Y les dijo una parábola: «Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano. Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
 


Reflexión:

El texto evangélico de este día penúltimo del año litúrgico continúa y concluye las advertencias de Jesús no respecto del fin del mundo sino de la llegada del Reino de Dios, invitando a una lectura correcta de la vida, abierta a diversas claves. Nosotros hemos optado por la clave evangélica. Pero esa clave no puede ser sólo una clave teórica / ideológica, ha de verificarse en la vida. El evangelio no debe ser sólo fuente de inspiración teórica / textual para ser citado, sino una instancia permanente de discernimiento vital para una renovación interior. Es preciso volver al evangelio y hablar y escribir con ese abecedario las páginas de la vida.
¡Ojalá comencemos así desde la primera página del nuevo año! Las palabras de Jesús no pasarán, son el fundamento de nuestra esperanza.

 


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