Lunes 34º Semana Ordinario 2º de salterio

Santa Catalina de Alejandría

Primera lectura: Apocalipsis 14, 1-3. 4b-5

Llevaban grabados en la frente el nombre de Cristo y el de su Padre
 


Salmo: 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

R/. Esta, Señor, es la generación que busca tu rostro.
 


Evangelio: Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, veía Jesús cómo los ricos echaban dinero en el arca de las ofrendas. Vio a una viuda pobre, que echó dos monedas de muy poco valor, y dijo:
—Les aseguro que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Porque todos los otros echaron como ofrenda lo que les sobraba, mientras que ella, dentro de su necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.

 


Reflexión:

La ofrenda de la viuda y la viuda de la ofrenda. Los dos aspectos son importantes. Las verdaderas dimensiones de las cosas no las mar ca la cantidad sino el corazón. El tema no es tanto dar cuanto darsey saber dar. Jesús alaba la valentía y la generosidad de la viuda. No da limosna, se hace ella limosna para Dios. Los otros dan, pero no se dan. Dan sobrantes. Dios no mira a la cantidad de la ofrenda, sino a la calidad de la misma. La limosna de la viuda pobre huele a fe y a amor. Y ese es el olor que agrada a Dios. ¡Cuántas donaciones superfluas hay en nuestras vidas! Jesús se dio, y nos enseña que nuestra ofrenda no debe ser distinta de nosotros mismos. “Presentad vuestras vidas como ofrenda agradable a Dios” (Rom 12,1). La lección es clara: no bastan los excedentes ni para Dios ni para los hombres.
 


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