Jueves Solemnidad 16º semana Tiempo Ordinario 4ª de salterio

Santiago Apóstol .

Primera lectura: Hechos 4, 33; 5, 12. 27-33; 12, 2a

El Rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.
 


Salmo: 66, 2-3. 5. 7-8

R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

 


Segunda lectura: 2 Corintios 4, 7-15

Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús.
 


Evangelio: Mateo 20, 20-28

En aquel tiempo, se acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?». Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos». Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar
su vida en rescate por muchos»

 


Reflexión:

Santiago fue uno de los primeros en aceptar la propuesta de Jesús. (Mt 4,21-22). Formó parte de la terna de los preferidos del Señor, y fue el primero de los Doce que rubricó el seguimiento de Jesús con su sangre (Hch 12,2). Su historia es la historia de un seguidor de Jesús hasta el final, en medio de dudas ambigüedades. La historia posterior ha añadido a esta sobria historia, leyendas que necesitan una revisión profunda para no distorsionar los núcleos de la verdad del Apóstol. El “camino de Santiago”, como camino cristiano es un camino interior hacia el interior de Cristo, que se autodefinió como “el Camino” (Jn 14,6). Fue el que hizo el Apóstol. Todos los pasos que no nos lleven a Cristo, son pasos perdidos; es un andar descaminados. La fiesta de Santiago nos muestra la “ruta” por donde transitar y la meta a conseguir.
 


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