Lunes 23º semana Tiempo Ordinario 3ª de salterio

San Pedro Claver.

Primera lectura: 1 Corintios 5, 1-8

Barred la levadura vieja; porque ha sido inmolada nuestra victima pascual: Cristo.
 


Salmo: 5, 5-6. 7. 12

R/. Señor, guíame con tu justicia.
 


Evangelio: Lucas 6, 6-11

Un Sábado, entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar.
Había allí un hombre que tenía atrofiada la mano derecha.
Los maestros de la ley y los fariseos, que estaban buscando un motivo para acusar a Jesús, se pusieron al acecho a ver si lo curaba, a pesar de ser Sábado.
Jesús, que sabía lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano atrofiada: —Ponte de pie ahí en medio.
Él se levantó y se puso en medio.
Entonces Jesús dijo a los otros: —Voy a hacerles una pregunta: ¿Está permitido en Sábado hacer el bien o hacer el mal? ¿Salvar una vida o dejarla perder?  Y, mirándolos a todos, dijo al hombre: —Extiende tu mano.
Él la extendió, y la mano recuperó el movimiento.
Ellos, sin embargo, llenos de furor, se preguntaban unos a otros qué podrían hacer contra Jesús.

 


Reflexión:

El Sábado, de “don” de Dios, fue convirtiéndose en “precepto”. Un día para el descanso, convertido en una “fatiga”. Un día para que el hombre pudiera comprender y experimentar qué bueno es el Señor, había perdido su “encanto”. Un día para hacer el bien, bloqueado por la normativa. Y Jesús, a quien no le paralizaban las leyes, tampoco las religiosas, aclara el tema: hacer el bien es inaplazable (cf. Lc 13,14), y no hacerlo ya es hacer el mal. No es un teórico. Aborda el tema con audacia. Pone en el centro no un precepto, para discutir sobre él, sino a un hombre -“Ponte ahí en medio”-. Y formula la pregunta: “¿Qué está permitido hacer en Sábado, el bien o el mal?”. Y no aguardó la respuesta, la respondió él: hacer el bien, y el hombre quedó curado. El bien es inaplazable.
 


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