Sábado 2º Semana Adviento 2º de salterio
San Juan de la Cruz.
Primera lectura: Eclesiástico 48, 1-4. 9-11
Elías volverá de nuevo.
Salmo: 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19
R/. Ilumina tu rostro, Señor y estaremos salvados.
Evangelio: Mateo 17, 10-13
Mientras bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
—¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que venir primero?
Jesús les contestó:
—Es cierto que Elías ha de venir y ha de ponerlo todo en orden. Pero yo les aseguro que Elías ya vino, aunque ellos no lo reconocieron, sino que lo maltrataron a su antojo. Y el Hijo del hombre va a sufrir de la misma manera a manos de ellos.
Entonces los discípulos cayeron en la cuenta de que Jesús estaba refiriéndose a Juan el Bautista.
Reflexión:
Jesús denuncia la falta de discernimiento en los dirigentes religiosos de Israel. Esperaban un Elías a la medida de sus sueños y de sus planes, pero Dios suele cumplir sus planes rompiendo los nuestros, porque “vuestros planes nos son mis planes” (Mt 11,14). No es infrecuente esta falta de discernimiento, adormecidos en nuestras expectativas personales, configuradas a la medida de nuestros deseos. Perdemos la oportunidad de reconocer al Señor porque no nos dejamos sorprender por suvenida. Si Jesús es el Mesías, ¿cómo es que no le ha precedido Elías, como anunciaba el profeta Malaquías (3,23-24)? La respuesta de Jesús
es clarificadora: Elías ya vino: era Juan el Bautista. Hay que saber leer la historia, Su cumplimiento no consiste en la repetición sino en la plenitud, cuyo rostro es la novedad. Y Jesús hace una advertencia: No aprender de la historia condena a repetir sus errores. Los escribas no reconocieron a Juan y lo malinterpretaron, y no reconocieron y malinterpretaron a Jesús.