Viernes 2º Semana Adviento 2º de salterio

Santa Lucía

Primera lectura: Isaías 48, 17-19

Si hubieras atendido a mis mandatos.
 


Salmo: 1, 1-2. 3. 4 y 6

R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
 


Evangelio: Mateo 11, 16-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
—¿A qué compararé esta gente de hoy?
Puede compararse a esos niños que, sentados en la plaza, interpelan a los otros diciendo: «Hemos tocado la flauta para ustedes y ustedes
no han bailado; les hemos cantado tonadas tristes, y no han llorado».
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron de él: «Tiene un demonio dentro». Pero después vino el Hijo del hombre que come y bebe, y dicen: «Ahí tienen a uno que es glotón y borracho, amigo de andar con recaudadores de impuestos y gente de mala reputación».
Pero la sabiduría se acredita por sus propios resultados.

 


Reflexión:

Jesús denuncia la impermeabilidad del corazón. Solo un corazón lim pio es capaz de leer los signos de Dios. ¡Existen tantas formas de in munizarse ante las urgencias de la palabra de Dios y las exigencias- - hondas del prójimo! Siempre habrá excusas para eludir la llamada de la Verdad. Jesús denuncia a aquellos que viven encerrados en sus “doctrinas” y pensamientos, rechazando a los que se presentan con aires de renovación. Ni hicieron caso de Juan, porque les inquietaba su ascetismo; ni hicieron caso de él, porque les escandalizaba su “normalidad”. Frecuentemente hacemos lecturas equivocadas, desde la apariencia y el prejuicio. Ocurrió con el Bautista y con Jesús. Somos como unos críos caprichosos. “Si hubieras atendido mis mandatos…”, dice hoy el texto del profeta Isaías. Dios nos habla. La vida requiere una percepción atenta. Puede ocurrir lo que denunció Jesús, reproduciendo un texto de Isaías: tener ojos y no ver, oídos y no oír…, pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios” (Is 6,9-10):.
 


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