Medinaceli: Misericordia en el ruedo.

Medinaceli: Misericordia en el ruedo.

Miguel Ángel Izquierdo, comparte su visión sobre el profundo arraigo devocional que despierta la imagen del Cristo Cautivo, la actividad incesante de la hermandad y la dimensión pastoral, cultural y espiritual de la exposición “Medinaceli: misericordia en el ruedo”, que ocupará la plaza de toros de Las Ventas durante todo octubre. Una conversación que revela el alma de una de las devociones más multitudinarias de España.

I. Una devoción que traspasa fronteras.

– ¿Qué significa para usted Jesús de Medinaceli?
Para mí lo es todo. Representa el amor, el perdón, la cercanía de Dios. Jesús de Medinaceli es un Cristo que abraza la vida de la gente, que no excluye a nadie. Su rostro, sus ojos, su gesto… lo dicen todo sin palabras. Es imposible estar ante Él y no sentirse interpelado.

– ¿Qué tiene esta imagen que genera tanta devoción incluso entre personas alejadas de la fe?
La imagen transmite una ternura y una misericordia que conmueve. Hay personas que no se consideran creyentes y, sin embargo, acuden cada primer viernes del mes o el Primer Viernes de Marzo. Dicen que no saben por qué vienen, pero que necesitan verle. Jesús de Medinaceli tiene algo que traspasa lo puramente religioso: es un símbolo de esperanza, de consuelo, de justicia. Es un Cristo al que muchos siguen.


II. Vivir la hermandad: compromiso y espiritualidad

En este momento hay eventos importantísimos a lo largo del año. El Primer Viernes de Marzo, Viernes Santo, y ahora en noviembre Cristo Rey.

Sí, para nosotros siempre decimos que, una vez que pasan las navidades empezamos a movernos, porque la Archicofradía, aunque tiene vida todo el año, como saben los devotos que vienen, siempre estamos por aquí, y no es una hermandad al uso porque estamos siempre abiertos.

Para nosotros lo importante, el Primer Viernes de Marzo, que siempre decimos que es la fiesta popular de Jesús de Medinaceli, y es cuando Madrid visita al Cristo. Semana Santa, que es cuando el Cristo devuelve la visita al pueblo de Madrid. Y luego la fiesta litúrgica, que es Cristo Rey, que suele ser en el último fin de semana, el último domingo de noviembre.

Para poder llegar a todo lo que llegáis, ¿Cuántos hermanos tiene la Archicofradía? 

Bueno, en la Archicofradía, ahora mismo, censados, estamos unos 2.800 hermanos. Hace unos años, antes de la pandemia, éramos unos 6.000. Cuando pasó la pandemia, se ha modernizado mucho la Archicofradía, y su base de datos, y ahora que vengamos por aquí y que participemos en la Archicofradía, estamos 2.700 censados. 

Todos los viernes, hay gente de colaboradores, que son cerca de 250, y luego alrededor de la Basílica, para organizar los eventos, contamos siempre con la ayuda incondicional de muchas personas, que los viernes no vienen a hacer servicio; a limpiar el pie, pero sí que luego están haciendo el trabajo duro, que es el que no se ve, de montar altares, de montar el Primer Viernes, de montar los tronos, de ensayar con los tronos fuera de Madrid, que tienen que desplazarse, y luego, lo importante, la renovación de gente que se ha hecho, sobre todo con la salida de hombros de las dos imágenes, que ahora mismo son 400, entre hombres y mujeres, de trono.

III. Una exposición para evangelizar desde la belleza

Salimos de esos tres momentos clave, Primer Viernes de Marzo, Viernes Santo y Cristo Rey. ¿Qué estáis haciendo ahora que tiene tanta repercusión y que se está escuchando por ahí con el Cristo de los Toreros?

 

 

Pues bueno, no solamente con el Cristo de los Toreros, es la exposición con el Cristo de los Toreros y con el Cristo de Medinaceli, todo va conjugado. El Cristo de los Toreros hasta hace tres años a lo mejor era un crucificado que estaba en la cripta pero tampoco se tenía mucho conocimiento de él.

En el 2023, el Viernes de Dolores, se recuperó un viacrucis por el barrio de las Letras y cada vez está teniendo más repercusión porque no solamente acude el mundo taurino, además todo el que siente que hay un viacrucis que sale de la basílica. La imagen de Jesús mueve muchísimo. 
Es una exposición que se nos propuso desde el centro de asuntos taurinos de la Comunidad de Madrid a raíz de que el año pasado se hizo con la Virgen del Rocío, que trajeron desde Huelva y nos preguntaron: ¿Por qué no con Medinaceli, con la devoción que tiene Madrid?. Y el 13 de agosto se nos aprobó la exposición “Medinaceli: Misericordia en el ruedo". Es un juego de palabras, Medinaceli, nuestro Jesús de Medinaceli, Misericordia es el cristo de los toreros, el Cristo de la Misericordia.

Y luego la Esperanza cruza el albero en silencio porque estamos dentro del año jubilar de la Esperanza. Creo que va a ser muy bonito, se van a presentar cosas que la gente está acostumbrada a verlas de diferente manera. Se está trabajando mucho para que el día uno se pueda abrir al público la sala Antoñete de las Ventas. No solamente la exposición con los enseres que se va a llevar, también el Cristo de la Misericordia, el Cristo de los Toreros, que es el que se va a exponer, pero también otra cosa importante es que Jesús de Medinaceli, como es lógico, no lo podemos llevar porque si no los viernes no se podrían hacer, pero sí que nos vamos a traer la réplica que estuvo presente aquí en la Basílica cuando se restauró la imagen, que es la de Medinaceli de Valladolid. 
Conjuntamente con la exposición va a haber una serie de coloquios, en concreto, cuatro coloquios que creo que los hemos preparado con mucho gusto para tentar todo lo que es el mundo cofrade y el mundo taurino. Va a haber algún taller para niños. Y estamos ahí preparando una misa en las Ventas.

Todo se va a publicar en las fechas, se darán unos artísticos que cuando se presente el cartel se verán las fechas. Además, hemos hecho unos flyers para que a partir de la semana que empieza la exposición sean  repartidos y que todo el mundo tenga presentes  los horarios y que nadie se pierda nada. 

IV. Memoria, futuro y gratitud

¿Qué objetivo tiene este evento? 
El objetivo es que, Medinaceli se vea en un ámbito diferente de lo que es la Basílica. Darnos a conocer fuera de la Basílica, en un mundo donde la religiosidad se mezcla con lo taurino. La realidad es que hay muchísimos toreros de siempre han venido a tener la imagen de Medinaceli y del Cristo de los Toreros.

 

 

El Cristo de los Toreros tuvo hermanos como Ortega y Dominguín, que fueron hermanos mayores del Cristo de los Toreros. Al final no es una cosa que nos hemos inventado nosotros, lo que hemos hecho es recuperarlo. Hay que dar a conocer, en un ámbito diferente de lo que es la Basílica, lo que es la devoción hacia la imagen de Jesús de Medinaceli y el Cristo de los Toreros. Siempre decimos que cuando un torero, sale a torear, si alguien está viendo la televisión o está en la plaza, lo primero que hace es presignarse y mirar al cielo.

Entonces al final, nos puede gustar o no puede gustar el mundo de los toros, pero la relación está ahí. 

¿Qué me dejo en el tintero y es importante contar? 
Queremos invitar a todos. Aunque cada vez tenemos más gente joven, teníamos un problema, y es que cuando los niños, venían a hacerlos esclavos, solo se podía a partir de los 7 años.

Este año se cambiaron los estatutos, se aprobaron por el obispado, entonces ahora ya cualquier niño que esté bautizado puede entrar. Son esclavos infantes, a los 7 años ya se le hace la medalla y se entrega el escapulario. Invitamos a las familias que no lo saben y que quieren que los niños estén en la hermandad, les decimos que aquí tienen su casa. Hacemos cosas en común con los hermanos Capuchinos de la fraternidad. Lo uno sin lo otro no tiene sentido.

Luis López, Coordinador de Capuchinos Editorial)

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