Miércoles 21º semana Tiempo Ordinario 1ª de salterio

San Junípero Serra, San Agustín de Hipona.

Primera lectura: 2 Tesalonicenses 3, 6-10. 16-18

Si alguno no quiere trabajar, que no coma.
 


Salmo: 127, 1-2. 4-5

R/. Felices quienes veneran al Señor.
 


Evangelio: Mateo 23, 27-32

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
—¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que son como sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero llenos por
dentro de huesos de muerto y podredumbre! Así también ustedes: se hacen pasar por justos delante de la gente, pero tienen el interior lleno de hipocresía y maldad.
¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos funerarios de los justos diciendo: «Si nosotros hubiéramos vivido en los tiempos de nuestros antepasados, no nos habríamos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas»! Pero con ello están demostrando, contra ustedes mismos, que son descendientes de los que asesinaron a los profetas. ¡Completen, pues, ustedes la obra que comenzaron sus antepasados!

 


Reflexión:

Continúa el discurso de Jesús. Denuncia el cultivo de la apariencia, que oculta la podredumbre interior, engañando a los hombres, y la reivindicación del culto a la memoria de los mártires, creyendo que con eso reivindican su vida, cuando en realidad se están acreditando como hijos de los martirizadores. Denuncia la hipocresía no solo de las conductas externas sino la del corazón; los camuflajes de una liturgia, de una teología, de una práctica religiosa no asentada en la autenticidad y en la verdad, sino en la apariencia estética del rito o del lenguaje. La hipocresía es uno de los mayores peligros porque desorienta y confunde, porque
es una encarnación de la mentira.

 


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