Miércoles 19º semana Tiempo Ordinario 3ª de salterio

Maximiliano María Kolbe.

Primera lectura: Ezequiel 9, 1-7; 10, 18-22

Marca en la frente a los que se lamentan por las acciones detestables de Jerusalén.
 


Salmo: 112, 1-2. 3-4. 5-6

R/. Sobre los cielos está la gloria del Señor.
 


Evangelio: Mateo 18, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—Si alguna vez tu hermano te ofende, ve a buscarlo y habla a solas con él para hacerle ver su falta. Si te escucha, ya te lo has ganado. Si no quiere escucharte, insiste llevando contigo una o dos personas más, para que el asunto se resuelva en presencia de dos o tres testigos. Si tampoco les hace caso a ellos, manifiéstalo a la comunidad. Y si ni siquiera a la comunidad hace caso, tenlo por pagano o recaudador de impuestos.
Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.
Les digo también: si dos de ustedes se ponen de acuerdo, aquí en la tierra, para pedir cualquier cosa, mi Padre que está en el cielo se la concederá. Pues allí donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

 


Reflexión:

La regenerador es la corrección fraterna, expresión del amor por el hermano y de la no indiferencia. No se trata de injerencia indebida; ni indiferentes ni vida cristiana es perfectible y está expuesta a la debilidad. Un elemento intransigentes. Una corrección “graduada”: primero en privado; después ante dos o tres; finalmente ante la comunidad. Exige en primer lugar purificar el propio interior; antes de limpiar la mota del ojo del hermano. Y siempre debe ser bienintencionada; no es cómoda, pero es necesaria. Y ha de realizarse en una atmósfera de misericordia. La comunidad cristiana, cuando es verdadera, es un espacio regenerador por el perdón y la oración. Ambos son elementos estructurales, pero ¿puede llamarse a cualquier cosa “comunidad” cristiana, reunión en el nombre del Señor? ¿Podemos estar reunidos en su nombre y divididos entre nosotros? “No obtenéis lo que pedís, porque pedís mal” (Sant 4,3).
 


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