7ª Semana Ordinario 1ª de Salterio
San Gabriel de La Dolorosa
Primera lectura: Eclo 5,1-8;
No confíes en tus riquezas, ni digas: «Con esto me basta». No sigas tu instinto y tu fuerza, secundando las pasiones de tu corazón. Y no digas: «¿Quién puede dominarme?», porque el Señor ciertamente te castigará. No digas: «He pecado, y ¿qué me ha pasado?», porque el Señor sabe esperar. Del perdón no te sientas tan seguro, mientras acumulas pecado tras pecado. Y no digas: «Es grande su compasión, me perdonará mis muchos pecados», porque él tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados. No tardes en convertirte al Señor, ni lo dejes de un día para otro, porque de repente la ira del Señor se enciende, y el día del castigo perecerás. No confíes en riquezas injustas, porque de nada te servirán el día de la desgracia.
Salmo: Sal 1,1-2. 3. 4 y 6;
R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. /R.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: de fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. /R.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. /R.
Evangelio: Mc 9,41-50.
Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te induce a pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la gehenna. Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la gehenna, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros».
Reflexión:
En la réplica a Juan, Jesús ofrece algunas indicaciones sobre la importancia del detalle, el peligro del escándalo y la necesidad de evitar los obstáculos que impiden acceder al Reino. Ni un vaso de agua quedará sin recompensa. Todo lo que se haga por él tendrá resonancias eternas. Es verdad que hay escándalos y escándalos. Jesús mismo escandalizó a muchos, y la cruz es considerada escándalo (1 Cor 1,23), pero él habla del escándalo a los débiles en la fe, contra lo que también se pronuncia san Pablo (1 Cor 8,13). ¡La caridad, por encima de todo! Y advierte de la necesidad de evitar todo lo que obstaculice la consecución de la salvación. Hay que priorizar; y salvar la vida es prioritario. Y concluye con una exhortación a sazonar la vida y a construir la paz.