Hijos sin Padres

José-Román Flecha Andrés
[Reflexión]
Hijos sin Padres

El periódico italiano “Avvenire” se presenta a sí mismo como un “diario de inspiración católica”. Las secciones que incluye los jueves sobre la vida constituyen un buen curso de divulgación sobre los problemas relativos a la Bioética.

1 Fecundación artificial por causas sociales.

Pues bien, el día 14 de septiembre de este año 2017 incluía un interesante artículo titulado “Probeta para todas. Francia no se detiene”. Con un título tan llamativo, su autor, Daniele Zappalà, informaba que la era del presidente Macron parece que pretende prolongar en Francia la época de los desgarros en el terreno bioético. 

La prueba sería una llamativa declaración de Marlène Schiappa, secretaria de Estado para la igualdad entre mujeres y hombres. 
En efecto, dos días antes, ella había prometido que el gobierno ampliará la fecundación asistida también a las parejas lesbianas y a las mujeres solteras. 

Hasta ahora, las técnicas de reproducción “in vitro” estaban reservadas en Francia para las parejas heterosexuales con problemas de esterilidad no debida a la edad avanzada. En realidad, esta práctica se entendía como un procedimiento médico orientado a hacer frente a una patología. 

Con la nueva decisión legal, la reproducción artificial sale del ámbito de la medicina para aplicarse con criterios de política social. De hecho, según esta joven representante del gobierno francés, esa ampliación puede considerarse como una medida igualitaria, dictada por los presupuestos de la “justicia social”. 

2 Tres objeciones.
Hay tres objeciones que se presentan a este proyecto de ampliación de las normativa vigente en Francia. 

• La primera de todas proviene del ámbito de la Medicina. La responsabilidad que dicta y tutela la deontología médica se refiere precisamente a la necesidad de prevenir o curar las enfermedades. Pero en este caso no se trata de una patología o una malformación. Lo que está en juego es un tipo de relación o una decisión de vida. 

• La segunda objeción se centra en un hecho indudable. Con esta practica que se pretende  ampliar, se introduce en el ordenamiento legal el derecho a concebir un hijo sin padre. O dicho de forma más preocupante, se priva al ser humano del derecho a tener un padre, o mejor a conocer a su padre. 

• Y la tercera objeción se refiere a los potenciales donadores de semen. En todos los países se considera que la donación ha de ser anónima y gratuita. Ahora bien, parece que los bancos de semen se encuentran en dificultades para atender a las necesidades de la parejas heterosexuales que acuden a estas técnicas por razones de esterilidad.  

Estando así las cosas, no es difícil imaginar que se teme la inmediata comercialización del semen y por tanto, el fin de la era de la gratuidad y de la donación. 

3 Lo legal y lo moral.
Nunca se puede identificar lo moral con lo legal. Cuando se habla de estas técnicas, la gente pregunta por la legislación vigente. Como se sabe, la normativa española es desde el primer momento, escandalosamente irrespetuosa con la dignidad del nascituro y con la realidad misma de la procreación humana. Todo está permitido.

Por otra parte, algunas personas suelen preguntarse por la doctrina de la Iglesia. Evidentemente, se refieren a la doctrina de la Iglesia católica, puesto que en otras confesiones cristianas es difícil obtener una información sobre un eventual consenso relativo a estos temas. 

Pues bien, la doctrina de la Iglesia Católica se manifestó, ya en los comienzos de estas prácticas, en el documento Donum Vitae,  del 22 de febrero de 1987. Aquel texto ha sido resumido en el Catecismo de la Iglesia Católica, en los números 2373-2379.

De todas formas,  no hay que equivocarse. Los actos humanos no son malos por estar prohibidos, sino que pueden ser prohibidos si son malos, es decir, si no respetan la dignidad propia de la persona o de las personas implicadas. La moralidad de este comportamiento, y de todos los demás, no depende de un documento escrito, sino de la verdad última de lo que es ser humanos. Sobre esa dignidad hay que reflexionar.

José-Román Flecha
Revista El Santo 2017 (Noviembre) (www.capuchinoseditorial.org)

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