Sábado Fiesta 34º Semana Ordinario 2º de salterio

San Andrés Apóstol

Primera lectura: Romanos 10, 9-18

La fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a través de la palabra de Cristo.
 


Salmo: 18, 2-3. 4-5.

R/. Se difunde su sonido por toda la tierra.
 


Evangelio: Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
 


Reflexión:

En el IV Evangelio, Andrés es el que introduce a Pedro (Jn 1,41-42) y el que conduce a unos griegos, deseosos de conocer a Jesús al en cuentro con el Señor (Jn 12,22). Esta función de “guía” y “mediador”- merece ser destacada. Se es de verdad discípulo cuando el evangelio de Jesús se convierte en pasión, impulsándonos a hacer partícipes a otros del gozo de esa Buena Noticia. San Andrés es un ejemplo y un modelo. No encerró la luz bajo el celemín, la puso sobre el candelero. Llamado por Jesús, acogió la llamada y le siguió. “Estoy a la puerta llamando” (Ap 3,20). El Señor pulsa respetuosamente a nuestra puerta, como pulsó a la puerta de María, de Pedro, de Andrés, de Santiago y Juan… Es un Dios que llama. “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón” (Heb 3,15), y “¡Ojalá escuchéis, escuchemos, hoy la voz del Señor!” (Sal 95,7).
 


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