Viernes 12ª semana Tiempo Ordinario 4ª de salterio

San Irineo.

Primera lectura: 2 Reyes 25, 1-12

Fue deportado Judá lejos de su tierra.
 


Salmo: 136, 1-2. 3. 4-5. 6

R/. Que mi lengua se pegue al paladar.
 


Evangelio: Mateo 8, 1-4

En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo seguía mucha gente.
En esto se le acercó un leproso, que se postró ante él y le dijo:
—Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo:
—Quiero. Queda limpio.
Y al instante el leproso quedó limpio.
Jesús le advirtió:
—Mira, no se lo cuentes a nadie; vete a mostrarte al sacerdote y presenta la ofrenda prescrita por Moisés. Así todos tendrán evidencia de tu curación.

 


Reflexión:

Jesús quiere limpiarnos; pero hay que acercarse a él, postrarse ante él, rogarle, desde la conciencia de que necesitamos ser curados por él, por su evangelio, por su amor. Jesús no solo cura, sino que indica el modo de hacerlo: sin publicidad. Aquel hombre volvió a la vida, y en la vida fue testimonio de Jesús. Jesús quiere curarnos; de eso no hay duda. Y su “quiero” es poderoso. Pero hay que confiar en él y confiarse a él. A Jesús no podemos acercarnos dubitativos, sino encantados, decididos. Con una confianza profunda, sabiendo que él es la Luz, la Fuerza, la Verdad…
 


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