Lunes 4º Semana Adviento 4º de salterio
San Juan de Kent.
Primera lectura: Malaquías 3, 1-4. 23-24
Os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor
Salmo: 24, 4-5ab. 8-9. 10 y 14
R/. Miren y levanten la cabeza:
se acerca su redención.
Evangelio: Lucas 1, 57-66
Cuando se cumplió el tiempo de dar a luz, Isabel tuvo un hijo. Sus vecinos y parientes se enteraron de este gran don que el Señor, en su misericordia, le había concedido, y acudieron a felicitarla.
A los ocho días del nacimiento llevaron a circuncidar al niño. Todos querían que se llamase Zacarías como su padre; pero la madre dijo:
—No, su nombre ha de ser Juan.
Ellos, entonces, le hicieron notar:
—Nadie se llama así en tu familia.
Así que se dirigieron al padre y le preguntaron por señas qué nombre quería poner al niño. Zacarías pidió una tablilla de escribir y puso en ella: «Su nombre es Juan», con lo que todos se quedaron asombrados.
En aquel mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios, de modo que los vecinos que estaban viendo lo que pasaba se llenaron de temor.
Todos estos acontecimientos se divulgaron por toda la región montañosa de Judea. Y cuantos oían hablar de lo sucedido, se quedaban
muy pensativos y se preguntaban: «¿Qué va a ser este niño?». Porque era evidente que el Señor estaba con él.
Reflexión:
En el umbral del nacimiento de Jesús, se narra el nacimiento del Pre cursor, según Jesús, “el mayor de los nacidos de mujer”. Su naci miento es interpretado como una “misericordia” del Señor y como- motivo de alegría y aparece enmarcado en algunos hechos significativos. Es significativa la elección e imposición del nombre, que no obedece a la costumbre, sino a una decisión Isabel, refrendada por Zacarías: “Juan es su nombre”, que significa “Dios es clemente”. Y Zacarías recupera la palabra. Juan marca el tiempo del nacimiento de Jesús, será su precursor y descubridor Es una figura providencial, roturador del camino del Señor y que sabrá reconocer su superioridad y singularidad respecto de él.