Martes 29º Semana Ordinario 1ª de salterio

San Juan Pablo II, Santa María Salomé

Primera lectura: Efesios 2, 12-22

Él es nuestra paz: el que de los pueblos ha hecho uno.
 


Salmo: 84, 9ab-10. 11-12. 13-14

R/. El Señor habla de paz a su pueblo.
 


Evangelio: Lucas 12, 35-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Estén preparados y mantengan las lámparas encendidas. Sean como criados que están esperando que el amo regrese de una boda, listos para abrirle la puerta en cuanto llegue y llame.
¡Felices aquellos criados a quienes el amo, al llegar, los encuentre vigilando! Les aseguro que los hará sentarse a la mesa y él mismo se pondrá a la tarea de servirles la comida.
Felices ellos si al llegar el amo, ya sea a medianoche o de madrugada, los encuentra vigilando

 


Reflexión:

En la comprensión del Evangelio el todo ilumina la parte y la parte ilu mina el todo. Si este fragmento se refiere originalmente a la espera de la venida del Señor; el todo del evangelio amplía su comprensiónmostrando cómo el Señor, “está viniendo”, en venidas humanas que hay que saber descubrir y acoger (Mt 25,31-46). La vigilancia en actitud de servicio es la postura y el modo cristiano de creer y de esperar. Hay que vivir despiertos. Ante el peligro de adormecernos o de abandonar la vigilancia, cansados o desencantados, Jesús invita a mantenerse en vela. Hay que vivir la vida con intensidad y dignidad cristianas. El Señor está viniendo permanentemente y llamando a la puerta. Es necesario tener bien abiertos los ojos para descubrirlo y los oídos para escuchar su llamada. Así entraremos en el banquete que Dios tiene preparado para los que esperan su venida. “Estoy a la puerta, llamando”. ¡Abrámosle la puerta”.
 


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