Miércoles 33º Semana Ordinario 1º de salterio

San Félix

Primera lectura: Apocalipsis 4, 1-11

Santo es el Señor Dios, todopoderoso; el que era y es y ha de venir.
 


Salmo: 150, 1-2. 3-4. 5

R/. Santo, santo, santo es el Señor, dueño de todo.
 


Evangelio: Lucas 19, 11-28

En aquel tiempo, estaba la gente escuchando a Jesús y les contó otra parábola, pues se hallaba cerca de Jerusalén y ellos creían que el reino de Dios estaba a punto de manifestarse. Así que les dijo:
—Un hombre de familia noble se fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar después. Antes de partir, llamó a diez criados suyos y a cada uno le entregó una cantidad de dinero, diciéndoles: «Negocien con este dinero en tanto que yo regreso».
Pero como sus conciudadanos lo odiaban, a espaldas suyas enviaron una delegación con este mensaje: «No queremos que ese reine sobre nosotros».
Sin embargo, él recibió la investidura real. A su regreso mandó llamar a los criados a quienes había entregado el dinero, para saber cómo habían negociado con él. Se presentó, pues, el primero de ellos y dijo: «Señor, tu capital ha producido diez veces más».
El rey le contestó: «Está muy bien. Has sido un buen administrador. Y porque has sido fiel en lo poco, yo te encomiendo el gobierno de diez ciudades».
Después se presentó el segundo criado y dijo: «Señor, tu capital ha producido cinco veces más».
También a este le contestó el rey: «Igualmente a ti te encomiendo el gobierno de cinco ciudades».
Pero luego se presentó otro criado, diciendo: 
«Señor, aquí tienes tu dinero. Lo he guardado bien envuelto en un pañuelo por miedo a ti, pues sé que eres un hombre duro, que pretendes tomar lo que no depositaste y cosechar lo que no sembraste».
El rey le contestó: «Eres un mal administrador, y por tus propias palabras te condeno. Si sabías que yo soy un hombre duro, que pretendo tomar lo que no he depositado y cosechar lo que no he sembrado, ¿por qué no llevaste mi dinero al banco? Así, a mi regreso, yo lo habría recibido junto con los intereses».
Y, dirigiéndose a los presentes, mandó: «Quítenle a este su capital y dénselo al que tiene diez veces más».
Ellos le dijeron: «Señor, ¡pero si ya tiene diez veces más!».
«Es cierto —asintió el rey—, pero yo les digo que a todo el que tiene, se le dará más. En cambio, al que no tiene, hasta lo poco que tenga se le quitará. En cuanto a mis enemigos, los que no querían que yo reinase sobre ellos, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia».

Después de haber dicho esto, Jesús siguió su camino subiendo hacia Jerusalén.

 


Reflexión:

Con esta parábola Jesús quiere inculcar la actitud de responsabi lidad con que hemos de actuar en la vida, gestionando los dones recibidos de Dios. Él no cuantifica los resultados concretos, lo quevalora es la actitud. Por eso reprende al siervo holgazán que, además, retenía de su amo una imagen “agresiva” y “negativa”. El miedo le paralizó. Jesús quiere invitar a actuar sin miedos; a ser creativos, porque si no lo que “retenemos” para nuestra seguridad, nos será quitado. Los dones del Señor están ya cargados de energía en su origen, pero hay que saberla gestionar y no esconder, porque no se enciende la luz para ponerla bajo el celemín. El Señor nos quiere gestores responsables, y, además, nos dice que rechazarlo tiene sus responsabilidades. El mundo es una tarea. Dios puso una herramienta en nuestras manos. Estamos en el tiempo de “negociar” el oro que Dios nos ha entregado, realizando inversiones inteligentes.
 


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