Martes 11ª semana Tiempo Ordinario 3ª de salterio
San Germán, Santos Marcos, Maercelino.
Primera lectura: 1 Reyes 21, 17-29
Has hecho pecar a Israel.
Salmo: 50, 3-4. 5-6a. 11 y 16
R/. Apiádate de mí, Señor, hemos pecado.
Evangelio: Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Saben que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen. Así serán verdaderamente hijos del Padre que está en los cielos, pues él hace que el sol salga sobre malos y buenos y envía la lluvia sobre justos e injustos.
Porque si solamente aman a los que los aman, ¿qué recompensa pueden esperar? ¡Eso lo hacen también los recaudadores de impuestos! Y si saludan únicamente a los que los tratan bien, ¿qué hacen de extraordinario? ¡Eso lo hacen también los paganos! Ustedes tienen que ser perfectos, como es perfecto el Padre celestial.
Reflexión:
Jesús no es más de lo mismo, más vino del mismo vino: es alternativo. Quiso volver las cosas al origen, “porque al principio no fue así” (Mt 19,8). Al principio fue solo: “Amarás”. “Aborrecerás a tu enemigo” no viene de Dios, sino de los hombres que muchas veces se presentan como “vicarios” de Dios. Jesús critica un sistema que pervierte la voluntad de Dios. La conducta estrictamente retributiva no siempre es cristiana. E invita a romper esa cadena, introduciendo un elemento nuevo: el amor y el perdón. Ser bueno con los buenos es fácil… “Siendo nosotros aún pecadores, Cristo murió por nosotros”, esa es “la prueba de que Dios nos ama” (Rom 5,8). Y amar de esa manera es la prueba de ser discípulos de Jesús. Lo demás, “lo hacen también los pecadores” (Lc 6,32-36). El modelo de conducta es el Padre (Lc 6,36).