Miércoles de Ceniza 4ª semana de salterio

San Valentín, San Cirilo

Primera lectura: Joel 2, 12-18

Rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos.
 


Salmo: 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17

R/. Apiádate de mí, oh Dios, hemos pecado.
 


Segunda lectura: 2 Corintios 5, 20—6, 2

Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable.
 


Evangelio: Mateo 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Cuídense de hacer el bien en público solo para que la gente los vea. De otro modo, no recibirán recompensa del Padre que está en los cielos. Por eso, cuando socorras a algún necesitado, no lo pregones a bombo y platillo, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. Les aseguro que esos ya han recibido su recompensa. Cuando socorras a un necesitado, hazlo de modo que ni siquiera tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha. Así tu buena obra quedará oculta y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Cuando oren, no hagan como los hipócritas, que son muy dados a orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que todo el mundo los vea. Les aseguro que ya han recibido su recompensa. Tú, cuando ores, métete en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está allí a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Cuando ayunen, no anden por ahí con cara triste, como hacen los hipócritas, que ponen gesto de lástima para que todos se enteren de que están ayunando. Les aseguro que ya han recibido su recompensa.
Tú, por el contrario, cuando quieras ayunar, lávate la cara y perfuma tus cabellos, para que nadie se entere de que ayunas, excepto tu Padre que ve hasta lo más secreto. Y tu Padre, que ve hasta lo más secreto, te recompensará.

 


Reflexión:

Un año más, el reloj litúrgico marca la hora de la Cuaresma. Un ¨tiempo favorable ” (2 Cor 6,2), para revisar y restaurar nuestro mundo relacional con el Otro, por medio de la oración; con los otros, por medio de la limoosna, y con nosotros, por medio del ayuno. Descubrir al Otro, a Dios, en nuestra vida ayudará reorientarla, recuperándola de situaciones deterioradas por la dispersión, la evasión y la confusión. Y la oración puede ser la plataforma más adecuada para lograrlo. Una oración de “verificación”, de “identificación” desde la luz de la Palabra de Dios. La limosna: descubrir al necesitado y abrirse a él es el secreto evangélico de la limosna. Ser y hacerse limosna, y no solo dar limosna. Y el ayuno. ¿Cuál es el espíritu del ayuno cuaresmal? Nos lo recuerda el profeta Is 58,5-10. ¿Y su rostro? Nos lo recuerda el evangelio (Mt 6,16-18). Ése es el que Dios quiere. Desde este trípode es posible una vivencia madura de la Cuaresma.
 


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