Sábado Solemnidad Nuestra Señora del Pilar

Primera lectura: 1 Crónicas 15, 3-4.15-16; 16, 1-2

Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado.
 


Salmo: 26, 1. 3. 4. 5

R/. El Señor me ha coronado,
sobre la columna me ha exaltado.

 


Segunda lectura: Hechos 1, 12-14

Perseveraban unánimes en la oración, junto a María, la madre de Jesús.
 


Evangelio: Lucas 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
 


Reflexión:

ichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen!”. Es tas palabras de Jesús no son una corrección al piropo de esta mujer -“Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron”- sino unaaclaración. En la fiesta de la Virgen del Pilar, estas palabras iluminan la auténtica piedad mariológica. Frente a una piedad del “Viva la Virgen”, muy extendida, presenta una piedad fundada en la actitud de María ante la palabra de Dios. “Aquí esta la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”. El piropo de esta mujer a María seguramente que Jesús lo agradeció, pero lo aclaró, desvelando el fundamento de su grandeza que reside en su apertura, acogida y encarnación de la Palabra. Isabel lo formuló mejor: “Dichosa, porque has creído”. Pero este piropo no puede echarse en el olvido, porque a Dios, a Jesús hay que hablarle con el lenguaje del corazón y del sentimiento. Esos es también orar.
 


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