Lunes 32º Semana Ordinario 4º de salterio

San Martin de Tours.

Primera lectura: Tito 1, 1-9

Constituye presbíteros siguiendo las instrucciones que te di.
 


Salmo: 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

R/. Esta, Señor, es la generación que busca tu rostro.
 


Evangelio: Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Es imposible evitar que haya quienes instiguen al pecado; pero, ¡ay de aquel que incite a pecar!
Más le valdría que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello que ser culpable de que uno de estos pequeños caiga en pecado.
¡Estén, pues, atentos! Si tu hermano peca, repréndelo; y si cambia de conducta, perdónalo.
Aunque en un solo día te ofenda siete veces, si otras tantas se vuelve a ti y te dice: «Me arrepiento de haberlo hecho», perdónalo.

Los apóstoles dijeron al Señor: —Aumenta nuestra fe.
El Señor les contestó: —Si tuvieran fe, aunque solo fuera como un grano de mostaza, le dirían a esta morera: «Quítate de ahí y plántate en el mar», y los obedecería.

 


Reflexión:

Tres subrayados de Jesús: el peligro del escándalo, la urgencia del perdón sin medida y la fuerza transformadora de la fe. En su realis mo, Jesús reconoce que el escándalo se da, y advierte de sus peligros para el que escandaliza. ¡”Tened cuidado!”. Pero también existen los que se escandalizan de Jesús. Respecto del perdón fraterno, lo muestra como el remedio contra la fractura de la vida de la comunidad. Y la llamada a la fe nos advierte de que las realidades aparentemente imposibles pueden hallar un principio de esperanza si se abordan con la fe puesta en el Señor. Tres subrayados que necesitan ser profundizados en la vida.
Necesitamos de Dios la fuerza para perdonar y para creer. ¡Señor auméntanos la fe y la capacidad para perdonar y dejarnos perdonar!

 


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