Martes 2º Semana Adviento 2º de salterio

Santa Eulalia de Mérida

Primera lectura: Isaías 40, 1-11

Dios consuela a su pueblo.
 


Salmo: 95, 1-2. 3.10ac. 11-12. 13-14

R/. Nuestro Dios llega con poder.
 


Evangelio: Mateo 18, 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el monte e irá en busca de la extraviada? Y, si logra encontrarla, les aseguro que sentirá más alegría por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.

 


Reflexión:

Acostumbrados a las macro cifras, puede sorprender esta parábo la. Pero Dios es así. Su amor es personal, no estadístico. Un Dios con corazón pastoral, “que no quiere que se pierda ni uno de estospequeños”. Un Dios que goza con la recuperación de la oveja extraviada. Un Dios que busca personalmente; que no espera el regreso… ¡Dios es así! Y eso tiene que producir esperanza en nuestros extravíos, y tiene que enseñarnos a no desesperar por el extravío de los otros. ¡Qué estrategia tan rara! Nosotros habríamos privilegiado a las noventa y nueve, pero las cuentas de Dios no son así. Jesús ha venido a buscar lo que estaba perdido; no a los justos sino a los pecadores a la conversión a su amor. Dios no duerme tranquilo mientras falte uno. Faltando uno, faltan todos. ¡Dios es Padre más que pastor. ¿Sentimos la urgencia porque nadie se pierda? ¿Vivimos solo para nosotros?.
 


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