Viernes Solemnidad 9ª semana Tiempo Ordinario 1ª de salterio

Sagrado Corazón de Jesús, San Roberto, San Jeremías.

Primera lectura: Oseas 11, 1. 3-4. 8c-9

Mi corazón está perturbado.
 


Salmo: Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6

R/. Sacarán agua gozosos
del manantial de la salvación.

 


Segunda lectura: Efesios 3, 8-12. 14-19

Comprendiendo el amor de Cristo, que transciende todo conocimiento.
 


Evangelio: Juan 19, 31-37

Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado,
y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron».

 


Reflexión:

La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es una invitación a descubrir esa dimensión cordial de Dios. La Sagrada Escritura nos advierte no solo de que Dios tiene corazón, sino que mira al corazón (1 Sam 16,7) y con su corazón, que modela corazones (Sal 33,15) y hasta los renueva y crea (Ez 11,19). Un Dios que ha infundido en nuestro corazón el Espíritu de su Hijo, que nos permite invocarle como Padre (Gál 4,6). Necesitamos vibrar ante esta dimensión de Dios y traducirla en la vida. Los cristianos hemos formulado nuestra fe dando más prioridad a la razón que al corazón. Creíamos que así hacíamos la fe más fuerte y creíble pero la credibilidad de la fe reside no en la objetividad de sus formulaciones sino en la cordialidad de sus concreciones vitales La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús trae a nuestra vida el reto de, con su ayuda, configurar nuestro corazón con el suyo.
 


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