Jueves 1º Semana Adviento 1º de salterio

San Sebas.

Primera lectura: Isaías 26, 1-6

Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad.
 


Salmo: 117, 1 y 8-9. 19-21. 25-27a

R/. Bendito el que viene en nombre del Señor.
 


Evangelio: Mateo 7, 21. 24-27

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—No todos los que dicen: «Señor, Señor» entrarán en el reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Todo aquel que escucha mis palabras y obra en consecuencia, puede compararse a una persona sensata que construyó su casa sobre un cimiento de roca viva. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un cimiento de roca viva. En cambio, todo aquel que escucha mis palabras, pero no obra en consecuencia, puede compararse a una persona necia que construyó su casa sobre un terreno arenoso. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa que se hundió terminando en ruina total.

 


Reflexión:

¿De qué bando somos del de los que solo dicen: Señor, Señor, o del de los que cumplen la voluntad del Padre? La vida, y la esperanza, necesitan estar fundamentadas sólidamente. ¿Sobre qué edificamos, sobre roca o sobre arena? San Pablo advertirá de los riesgos de una de una edificación equivocada: “Mire cada cual cómo construye. Pues nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. Y si uno construye sobre el cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja, la obra de cada uno quedará patente” (1 Cor 3,5-11). Él es la piedra angular (Ef 2,20), y cada uno está llamado a integrarse en esa edificación como piedra viva (1 Pe 2,4-5). Hay que “construir”, y hacerlo sobre roca sólida y con materiales de calidad. También el Adviento del Señor.
 


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