Actualidad

El primer viernes de marzo es la fiesta popular de Jesús de Medinaceli. Un año más, no solo en este día, sino diariamente, y viernes tras viernes a lo largo del año, somos conscientes de la cantidad de personas que pasan ante esta imagen de Jesús. A raíz de la pandemia, los frailes capuchinos de esta fraternidad de Madrid y miembros de la Archicofradía terminamos la jornada, a las diez de la noche, con una oración de besapié ante la imagen. Es un acto que retrasmitimos por el canal de Youtube de la basílica y que numerosos fieles y devotos siguen y agradecen. De esta forma, después de más de tres siglos de la llegada a Madrid de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno su devoción se sigue extendiendo por la Península y fuera de ella, ahora también por esos medios de comunicación actuales, como son las redes sociales.  

Madrid es una ciudad turística. El enclave de la basílica en el corazón del Barrio de Letras, en la zona de los museos, favorece el que personas de todos los lugares entren a ver a Jesús. Es habitual encontrarnos con hombres y mujeres de distintas razas y culturas que se sorprenden al ver “la cola de los viernes” de entrada a la iglesia. Les “pica” la curiosidad y se interesan por la historia y devoción suscitada en torno al Nazareno, al Cautivo, al Rescatado, al Medinaceli. 

Históricamente, los conventos de los trinitarios, de los capuchinos y los señoríos de la Casa Medinaceli han sido los principales propagadores de su culto, devoción y organización institucional a través de la Archicofradía y hermandades y cofradías agregadas a ella. De hecho, hace ya algunos años, con motivo del IX Congreso de Hermandades y Cofradías de Medinaceli, celebrado en la Casa de Pilatos de Sevilla en 2011, se publicó un catálogo en el que se recogen 296 imágenes con la iconografía característica de Jesús de Medinaceli, bajo sus diversas denominaciones históricas. 196 con el nombre de Medinaceli, 70 llamados Cautivos y 30 rescatados. Es una muestra clara de la devoción a Nuestro Padre Jesús de Medinaceli en nuestro país. 

La piedad popular es uno de los tesoros que tiene la Iglesia como forma de evangelización. El Papa Francisco de distintas maneras ha animado a valorar y a cuidar este “lugar teológico” que congrega y une a personas de distintos estratos sociales en una misma fe y en un mismo sentir. Por otro lado, la dinámica creada entre los cofrades de cara a la atención semanal en torno al besapié de Jesús, y la presencia semanal de tantos devotos nos lleva a considerar dicho acto como un lugar de encuentro entre los devotos madrileños, principalmente. Todos los viernes, de forma espontánea y a lo largo de todo el día, percibimos que es una jornada de encuentros. Encuentros de familia. Padres acompañados por sus hijos, abuelos por sus nietos, amigas que quedan en Jesús y que pasan el día juntas, etc. El viernes es día creador de historias de una gran fidelidad, trasmitida de generación en generación, en torno a la figura de Jesús de Medinaceli. Es expresión de la apuesta por la cultura del encuentro, que ayuda a las personas a reunirse mutuamente y con Dios. 

Fr. Benjamín Echeverría, OFMCap