Hospitalitas. La Gracia del Encuentro

Un año más, del 17 al 21 de junio he tenido la oportunidad de ir a Villafranca de El Bierzo para celebrar el quinario en honor al santo capuchino San Lorenzo de Brindis.

Hospitalitas. La Gracia del Encuentro

Han sido días de encuentro con las hermanas Clarisas que custodian las reliquias del santo y con los vecinos que nos saludamos de un año para otro y comentamos algunas ausencias propias de estos pueblos y comunidades cristianas que forman parte de esta España vaciada. 

Este año hubo una novedad. Villafranca de El Bierzo, junto con Santiago de Compostela, son las sedes de la exposición de las Edades del Hombre, que permanece de junio a noviembre. Esta exposición, que organiza desde hace años la Fundación Edades del Hombre y la Junta de Castilla y León lleva por título “Hospitalitas. La Gracia del Encuentro”. En la explicación se nos dice que la hospitalidad es la protagonista, y que su relato recupera el concepto primitivo de solidaridad y su recorrido y evolución hasta nuestros días. Dicha temática, además, está ligada al Camino de peregrinos que hermana a las dos localidades.

La admiración de tantas obras de arte religiosas nos lleva a reflexionar sobre el tema que se nos propone: sobre la hospitalidad, solidaridad, acogida, fraternidad… desde el inicio de la creación hasta nuestros días. Y surgen una serie de cuestiones que están presentes a lo largo de la historia y no sólo en nuestros días: ¿Hay un deber de hospitalidad? ¿Tenemos alguna obligación hacia los extranjeros, o nos tenemos que limitar al ámbito nacional y familiar? ¿Cómo resolver el problema de las migraciones?

Cada uno tenemos nuestra forma de ver la vida, de interpretarla. Tenemos nuestras opciones políticas. Tenemos también nuestra propia experiencia de fe y desde ella encontramos una serie de recursos para afrontar la existencia y tratar de crear un mundo de hermanos. Somos conscientes de que la relación con los otros suele plantear conflictos y problemas. Por eso mismo volvemos nuestra mirada a Jesús de Nazaret y a esos grandes creyentes que siguen inspirando y animando nuestra manera de obrar. 

Este año estamos celebrando el 25 aniversario de SERCADE, SERvicio Capuchino para el DEsarrollo y la solidaridad, que también coincide con el octavo centenario de la impresión de las llagas de San Francisco. Para celebrar este acontecimiento en la vida de Francisco, actualizarlo y tratar de vivirlo en nuestra vida, los Capuchinos hemos elegido como lema para nuestra acción pastoral este este año, “sanando heridas”. El Papa Francisco dijo hace varios años que «la misión de la Iglesia es curar heridas”. 

En nuestro quehacer diario nos encontramos con personas que necesitan ser acogidas y curadas en las heridas que produce la vida, con sus encuentros y desencuentros. Los que queremos vivir el carisma franciscano debemos ser sanadores de heridas, asumiendo así la parte de responsabilidad que tenemos en la construcción del mundo que queremos.

Hno. Benjamín Echeverría

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