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Ante el terrible atentado llevado a cabo en la tarde del día 17 de agosto en la ciudad de Barcelona, la familia franciscana de España representada en la Federación Interfranciscana manifiesta su repulsa más absoluta de este acto cobarde y se une a todas las víctimas, fallecidos y heridos, a sus familiares y a toda la ciudad de Barcelona mediante su solidaridad y oración. 

Como continuadores de la herencia de paz recibida por San Francisco de Asís, nos reafirmamos en los valores que unen a todas las personas de buena voluntad, y abogamos por poner amor donde hay odio. Estamos firmemente convencidos de que este es el camino que hace posible la construcción de un mundo donde todos estamos llamados a convivir.

Nuestra oración a Dios, además de estar con las víctimas, también se dirige a la conversión de aquellos que quieren sembrar el terror en nuestra sociedad. Ninguna ideología ni religión puede justificar un acto tan vil como el ocurrido en este día.

Deseamos la pronta recuperación de los heridos, y la desaparición de este y cualquier otro tipo de violencia.

Federación Interfranciscana