Pequeños
Los Hermanos Menores Capuchinos de España, llevamos un tiempo pensando en cómo orientar nuestra vida en un futuro cercano. En esa reflexión creemos que la minoridad es un elemento clave de nuestra espiritualidad, por eso le hemos dedicado varios encuentros de profundización y sensibilización.
Nos gustaría que todas las realidades pastorales de la provincia interiorizaran la riqueza de la minoridad y por eso proponemos este tema para el curso 2019-2020.
La minoridad es algo propio y esencial del franciscanismo. La orden capuchina reflexionó sobre ella en el 7º Consejo Plenario de la Orden, que en su documento final dice, entre otras cosas:
Francisco en las Alabanzas al Dios Altísimo proclama: “¡Tú eres humildad!” (AID 4). En efecto nuestro Dios Trinitario es por naturaleza relacional, esto es, es libre comunión de Personas sin dominación o subordinación. A causa de su semejanza con Dios, los hombres progresivamente realizan una libre comunión de personas sin dominación ni subordinación, llegando así a la verdadera humildad.
La minoridad nace en Francisco de Asís como asombro frente al amor de Dios, que, para librarnos del mal y para introducirnos en la vida divina, no dudó en entregar a su Hijo que se hizo hombre y se hizo obediente hasta la muerte de cruz (Fil 2,6-8; 2CtaF 1), haciéndose así menor y sometido a todos.
En su camino de conversión, Francisco encontró el fundamento de la minoridad en el Dios-hombre, en el Cristo crucificado de San Damián, pasando a través del leproso. El encuentro con este hombre abandonado y excluido de la sociedad y del sistema de su tiempo, hizo que ‘saliese’ del siglo y cambiase su condición social y su residencia, emigrando del centro a la periferia de Rivotorto y de Santa María de los Ángeles, esto es, se hizo menor.
Pero la minoridad no es un camino natural que se elige espontáneamente, si no que necesita de un trabajo y un empeño para adquirir y mantener un espíritu de servicio y de minoridad, que se nutre de la oración y de la contemplación.
Además la pobreza vivida en fraternidad no tendría consistencia social sin la minoridad, le faltaría el espíritu.
Decía el Papa Francisco a los participantes en el Capítulo general de los capuchinos del año 2018:
“La minoridad que caracteriza a los seguidores de Francisco es un don precioso y de gran necesidad para la Iglesia y para la humanidad de nuestro tiempo. Así actúa el Señor: hace las cosas simplemente. La humildad y la simplicidad son el estilo de Dios; y este es el estilo que todos los cristianos estamos llamados a asumir en nuestra vida y en nuestra misión. La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores.”
La minoridad debe ser pues la brújula que oriente todo nuestro trabajo y reflexión. Desde esta perspectiva y fundamentos surge el lema de este año: “Pequeños”.