Viernes 20º semana Tiempo Ordinario 4ª de salterio
Santa Rosa de Lima.
Primera lectura: Ezequiel 37, 1-14
Huesos secos, escuchad la palabra del Señor. Os sacaré de vuestros sepulcros, casa de Israel.
Salmo: 106, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R/. Alabad al Señor por su bondad, porque es eterno su amor.
Evangelio: Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, cuando los fariseos oyeron que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en torno a él y uno de ellos, doctor
en la ley, le preguntó con intención de tenderle una trampa:
—Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?
Jesús le contestó:
—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu inteligencia.
Este es el primer mandamiento y el más importante. Pero hay un segundo mandamiento que es parecido a este:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
En estos dos mandamientos se resume toda la ley de Moisés y la enseñanza de los profetas.
Reflexión:
Una pregunta interesante y una respuesta clarificadora. Jesús ofrece el compendio de la revelación de Dios (Ley y Profetas): el amor a Dios y al prójimo. Nada nuevo y nada más renovador. Un amor nada teórico ni fragmentario. El amor no permite espacios vacíos. “Con todo tu corazón…”. Según Jesús el amor a Dios solo es completo cuando incluye en él a “su” imagen, al hombre. Frente a programas elaborados, el de Jesús es diáfano, sin matices: Amar es la respuesta. El mandamiento es AMARÁS. Con un amor íntegro, sin fisuras… ¿Pero es posible amar así? Humanamente es imposible, pero Dios lo puede todo. Nuestro corazón deberá ser transformado por el amor de Dios para amar con el amor de Dios.