Martes Cuaresma 2ª Semana 4ª de Salterio
San Cirilo de Jersusalén
Primera lectura: Is 1-10.16-20;
Oid la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma,
escucha la enseñanza de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra.
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista
vuestras malas acciones.
Dejad de hacer el mal,
aprended a hacer el bien.
Buscad la justicia,
socorred al oprimido,
proteged el derecho del huérfano,
defended a la viuda.
Venid entonces, y discutiremos
—dice el Señor—.
Aunque vuestros pecados sean como escarlata,
quedarán blancos como nieve;
aunque sean rojos como la púrpura,
quedarán como lana.
Si sabéis obedecer,
comeréis de los frutos de la tierra;
si rehusáis y os rebeláis,
os devorará la espada
—ha hablado la boca del Señor—».
Salmo: Sal 49,8-9. 16bc-17. 21y 23;
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
V/. No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí. Pero no aceptaré un becerro de tu casa, ni un cabrito de tus rebaños. R/.
V/. ¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos? R/.
V/. Esto haces, ¿y me voy a callar? ¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara. El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios». R/.
Evangelio: Mt 23,1-12.
Entonces Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame rabbí. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar rabbí, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. 1El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Reflexión:
Tras la discusión con distintos grupos del judaísmo oficial -saduceos y fariseos- (Mt 22,15-46), Jesús se dirige a la gente y a los discípulos, advirtiéndoles de los falsos “maestros”, de la incoherencia entre el decir y el hacer, y contra todo clasismo en la comunidad. ¡Solo un Maestro, un Padre, un Consejero, denunciando la arrogancia de los que se creen ilegítimamente “maestros” y “guías” espirituales. El verdadero maestro precede y acredita su mensaje con la vida: vive para el mensaje, no del mensaje. “El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio” (Pablo VI). El cristiano tiene un Maestro, Cristo. La comunidad debe ser una fraternidad y debe funcionar con esos criterios.