Sábado 10ª semana Tiempo Ordinario 2ª de salterio
Santa Mará Micaela del Santísimo Sacramento.
Primera lectura: 1 Reyes 19, 19-21
Eliseo se levantó y siguió a Elías.
Salmo: 15, 1-2a y 5.7-8. 9-10
R/. El Señor es la parte de mi herencia.
Evangelio: Mateo 5, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Ustedes saben que se dijo a nuestros antepasados: No jures en falso, sino cumple lo que prometiste al Señor con juramento.
Pero yo les digo: No jures en manera alguna. No jures por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni siquiera jures por tu propia cabeza, porque no está en tu mano hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos. Digan simplemente: «sí» o «no»; todo lo que se diga de más, procede del maligno.
Reflexión:
uestro hablar sea sí, sí no, no. Ante Dios y ante los hombres Jesús reivindica claridad y verdad. El cristiano debe ser un testigo del gran SÍ de Dios que es Jesucristo. Nada de ambigüedades ni en las palabras ni en las obras, “para que al ver vuestra conducta den gloria vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5,16). Hoy, dada la desconfianza que existe entre los hombres, hay que recurrir a formas solemnes para garantizar la verdad. Jesús con su propuesta del sí y el no, quiere recuperar el clima de confianza. Es contrario no solo a los juramentos en falso, sino a los juramentos. Hay que devolver a la palabra humana la credibilidad original: el sí y el no deberían bastar para clarificar nuestras posturas.