Miércoles 14º semana Tiempo Ordinario 2ª de salterio

Santa Verónica Giuliani, San Cristóbal.

Primera lectura: Oseas 10, 1-3. 7-8. 12

Es tiempo de consultar al Señor.
 


Salmo: 104, 2-3. 4-5. 6-7

R/. Busquen siempre el rostro del Señor.
 


Evangelio: Mateo 10, 1-7

En aquel tiempo, Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe, Bartolomé, Tomás y Mateo el recaudador de impuestos; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que luego traicionó a Jesús.
Jesús envió a estos Doce con las siguientes instrucciones:
—No vayan a países paganos ni entren en los pueblos de Samaría; vayan, más bien, en busca de las ovejas perdidas de Israel. Vayan y anúncienles que el reino de los cielos está ya cerca.

 


Reflexión:

Nos encontramos con el primer listado elaborado por Jesús para continuar la misión. Los elige tras una noche pasada en oración (Lc 6,12) y les llama por su nombre, pero con ellos no se cierra la lista. Se trata de un listado heterogéneo y plural, no excluyente, pero homogéneo y unido en su destino. La misión que les encomienda es profundamente humanizadora y misericordiosa. Esa será la credencial de la misma: el anuncio y la visibilización de la proximidad del Reino, que no se construye con “sermones” sino con obras de misericordia. ¡Qué serenidad, qué seguridad y qué responsabilidad saber que Jesús ha pronunciado mi nombre! Y cada uno debemos poner ahí el suyo. Y no para hacer nuestra tarea, sino para continuar la suya. ¿Con qué responsabilidad y generosidad asumo esa tarea? Porque misión hay, pero ¿hay misioneros?.
 


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