Lunes Ordinario 23ª Semana de Fiesta

Natividad de la Virgen

Primera lectura: Miq 5,1-4a;

Así dice el Señor:

Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemoriales. Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz, el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel. Se mantendrá firme, pastoreará con la fuerza del Señor, con el dominio del nombre del Señor, su Dios; se instalarán, ya que el Señor se hará grande hasta el confín de la tierra. Él mismo será la paz.


Salmo: Sal 12,6;

R/. Desbordo de gozo con el Señor.

Porque yo confío en tu misericordia: alegra mi corazón con tu auxilio. /R.

Y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. /R.


Evangelio: Mt 1,11-16.18-23.

Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 

La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».


Reflexión:

Celebramos la natividad de la Madre de Jesús, y también de nuestra Madre (Jn 19,27). Una fiesta familiar. El Hijo de Dios, al hacerse, hombre se inserta en nuestra historia. ¡Dios tiene también un árbol genealógico humano! Y no es un árbol “expurgado”. En él hay personajes “irregulares” (una prostituta, una adúltera, una extranjera). Dios se hunde en nuestra historia pecadora. Y María es la vía de acceso de Dios a esa historia. Dios deja de estar de parte del hombre para hacerse hombre, como uno de tantos (Flp 2,6). Al celebrar el nacimiento de María, el reloj del amor de Dios entra en sus horas definitivas, en la plenitud de los tiempos (Gál 4,4). María es la puerta, puerta inmaculada y humilde. Dios elige lo que no cuenta para confundir a lo que cuenta (cf. I Cor 1,28).


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