Sábado Fiesta 30º Semana Ordinario 2ª de salterio
Todos los Fieles Difuntos
Primera lectura: Rom 6,3-9
El Señor es bueno para quien espera en él.
Salmo: 129,1b-8
R/ Desde lo hondo a ti grito, Señor.
Evangelio: Jn 14,1-6
No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Reflexión:
La vida los que en ti creemos no termina”. Hoy hacemos memoria de los que nos han precedido en el signo de la fe y viven el sueño de la Paz. La muerte es una realidad ineludible y susceptible de múltiples lecturas. Puede sufrirse, protagonizarse y hasta celebrarse y cantarse. Puede vivirse y verse como desarraigo o abrazo fraterno, el de la hermana muerte; como aniquilación o descanso; como exilio al mundo del no ser o retorno a la casa del Padre. El creyente no es inmune al problema, pero lo aborda específicamente, porque sabe de quien se ha fiado (1 Tim 1,12). Hoy es un día para manifestar, en la oración, nuestra comunión y nuestra fe y esperanza en que nuestras vidas y las de los nuestros están en las manos de Dios, que son la mejores. Y para pensar la vida.