Publicado en Valencia en 1924 por el capuchino P. Eugenio de Valencia, este voluminoso y meticuloso libro recoge, en más de quinientas páginas, la crónica histórica, social y espiritual de una de las empresas misioneras más desafiantes en la historia de la Iglesia en Colombia: la evangelización de la Guajira, la Sierra Nevada y la Sierra de Motilones. Desde las primeras expediciones hasta la creación de orfelinatos, escuelas y estructuras pastorales, esta obra ofrece un testimonio único del contacto —a menudo conflictivo y profundamente transformador— entre el mundo occidental cristiano y los pueblos originarios del norte colombiano.
Hoy, gracias al proyecto BIDICAP (Biblioteca Digital de los Capuchinos), esta obra fundamental del patrimonio misionero y etnográfico queda a disposición de investigadores, historiadores, antropólogos y estudiosos de la espiritualidad franciscana.
El libro Historia de la misión Guajira, Sierra Nevada y Motilones no es solo una crónica.
Es, ante todo, un acto de defensa y vindicación de una misión religiosa que fue, desde sus inicios, vista con escepticismo tanto por la sociedad criolla como por las autoridades eclesiásticas. Como escribe el autor:
“Esta insidiosa persecución nos sugirió la idea de escribir la Historia de esta Misión con todas sus vicisitudes, sus penas, como con todas sus glorias, para que cuantos la leyeren puedan pesar en la balanza de la imparcialidad cuánto pesa la calumnia y cuánto el sacrificio del misionero.”
La obra se estructura cronológicamente y abarca un periodo extenso que va desde los primeros intentos de contacto con los indígenas hasta la consolidación de orfelinatos y escuelas misioneras en lugares como Riohacha, Codazzi y Barranquilla. El autor no oculta su afán apologético, pero lo hace con la honradez documental de quien vivió o recogió de primera mano los acontecimientos.
Los motilones: una "fiera humana" humanizada
Uno de los capítulos más estremecedores es el relato de la misión entre los motilones, presentados en un inicio por la tradición local como indomables. La memoria colectiva los describía como pueblos con los que “era una locura intentar la reducción”. Sin embargo, la misión emprendida por el Vicario Apostólico no cejó en su empeño:
“El Vicario Apostólico se dedicó con noble empeño a estudiar los medios más a propósito para llegar hasta poder estrechar con cariñoso y fraternal abrazo, al indio motilón, tan temido de todos.”
Este tipo de lenguaje, connotado pero profundamente afectivo, caracteriza la obra: una mezcla de épica misionera, sensibilidad franciscana y estrategia eclesial. El P. Tomás de Orihuela, uno de los misioneros más audaces, llegó a llevar hasta Codazzi a un grupo de 50 motilones “mansos como tiernos corderillos”, quienes fueron recibidos por la población con regalos y asombro.
Lengua, costumbres y etnografía
Uno de los grandes aportes de esta historia es su carácter etnográfico. Además de las descripciones de los sistemas de organización de los arhuacos, guajiros y motilones, hay interés por la lengua. El propio P. Tomás de Orihuela comenzó una gramática del idioma motilón.
“Visitó la ranchería de la Divina Pastora, siendo muy bien recibidos por los indios, dedicándose con estas visitas a fomentar la amistad y a recoger palabras y frases para escribir la gramática del idioma de los motilones.”
También se recogen datos sobre flora, fauna, organización social y actividades económicas (como la agricultura y la confección de mochilas) de los pueblos indígenas. El texto, por tanto, posee un valor testimonial para la antropología y la historia del contacto intercultural en América Latina.
La dimensión espiritual y educativa
La misión no se limitó a la predicación. El establecimiento de orfelinatos fue clave. El de San Antonio (Guajira) y el de la Divina Pastora aparecen como núcleos de transformación cultural, donde los niños aprendían no solo doctrina cristiana, sino oficios prácticos:
“Más adelante el misionero no solamente evangelizará, sino será también albañil, carpintero, zapatero, agricultor, pecuario, etc., porque de todo habrá de saber el niño del Orfelinato, a quien se lo habrá de enseñar.”
El cuidado por la infancia, por las vocaciones femeninas (como las religiosas Terciarias Capuchinas), y la promoción de la vida comunitaria estructuran una visión integral del desarrollo misional.
BIDICAP: custodios del legado franciscano
La Biblioteca Digital de los Capuchinos (BIDICAP) ofrece una oportunidad irrepetible de acceder a este legado en formato digital. Obras como la que aquí se presenta no solo documentan un pasado heroico, sino que ofrecen claves críticas para comprender la historia misionera, el contacto cultural y las formas de resiliencia indígena frente a los procesos de evangelización.
Digitalizar y preservar este patrimonio no es solo conservar la memoria: es abrir caminos para nuevas lecturas desde la antropología, la historia, la lingüística y la espiritualidad. Historia de la misión Guajira, Sierra Nevada y Motilones es, sin duda, una de las joyas de BIDICAP.
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