EI Cántico del Hermano Sol o de las Criaturas es una pieza poética de la naciente lírica italiana, que hoy sigue mostrándose profundamente bella y provocadora. En ella, el hermano universal San Francisco de Asís, es capaz de conciliar el amor más completo por el Creador, con una comprensión fraternal que refiere a todas las criaturas (animadas e inanimadas) de esta tierra. Es lo que José Luis Holguera García quiere plasmar ahora en estos nueve tableros o escenas.
Contemplar la obra nos habla de grandes movimientos artísticos del siglo XX que modelan la escenografía que ahora se nos presenta. Con mucha libertad se notan resabios de cubismo, especialmente en lo que se refiere a la fragmentación de la forma, al igual que hacían un Pablo Picasso o un Georges Braque, descomponiendo las formas de la naturaleza en figuras geométricas, quedando el objeto representado por su aspecto. No menor influencia se intuye de Piet Mondrian, particularmente en esa eliminación de las referencias al paisaje, que se sustituye por una atención al color, la línea y la forma. Por último, no parece tampoco estar ausente Mark Rothko, con el movimiento de los campos de color y las llamadas multiformas, donde el color se libera del contexto y se convierte en sujeto de sí mismo. Quizás una última influencia, que se encuentra también en el origen del proyecto, es la técnica del grafiti con esa apariencia de algo efímero, pero que figuras como Bansky lo han convertido también en arte. Algo que, por otra parte, se va haciendo expresión viva en muchas paredes de nuestras ciudades.
Es cierto que la obra de un autor no tiene que ser explicada, pues cada uno ha de ser capaz de hacer su interpretación personal y descubrir un matiz diferente, pero no es menos cierto que tener unas claves-guía por las que conducirse en el presente caso —el cantor de la creación y el artista— puede ayudar a una comprensión más global.
Exposición: "Cántico" de José Holguera
Fecha: Del 23 de febrero al 17 de marzo
Horario: De lunes a viernes de 17:30 a 19:30, sábados de 18:00 a 20:00 y domingos de 11:30 a 13:30
Lugar: Convento de san Francisco de Asís en León
José Holguera.
José Holguera (León 1965) es un tipo con aire intemporal y despistado. Las más de las veces recibe al visitante cubierto con un batín azulón, con más aspecto de operario de un taller de artes gráficas del siglo XIX que de trabajador/dependiente del siglo XX. Como leonés, es más bien serio y cáustico; más propicio a escuchar que a dar explicaciones. Su tienda-taller está casi escondida, como si el grabador despreciase las técnicas modernas de marketing y comunicación. No hay rótulos, solo una gran cristalera en la que expone algunos de sus grabados; muchos con temas leoneses, pero otros muchos con asuntos relativos al camino de Santiago. Porque desde hace años, Holguera viene trabajando en una gran serie de planchas sobre el Camino de Santiago.
Iglesias, palacios, arquitectura popular, paisajes y experiencias personales quedan reflejados en esta recopilación, cuya realización siempre está precedida de un detenido recorrido de los lugares en los que el grabador quiere hallar —según sus propias palabras— «el alma del Camino», lo que nosotros ahora hemos denominado «otra mirada del Camino».
El grabador Holguera siempre amó el dibujo.
A los siete años le dieron su primer diploma en el concurso de dibujo de su colegio. Ya muy joven comenzó a trabajar en una planta química, pero simultaneó su actividad laboral con estudios de Delineación e Ingeniería. Guiado por su amor a la expresión pictórica, trabajó primero la pintura (carboncillo, óleo y pastel) pero posteriormente acabó centrándose en el grabado, para lo cual instaló su propio taller en el casco antiguo de la ciudad de León. Durante cierto tiempo realizó numerosas obras que no comercializó, hasta que el propietario de una galería de arte salmantina (Arte Miranda), tras descubrir sus trabajos, le hizo un amplio pedido conjunto. Desde entonces, sus obras se han comercializado y él dejó de lado su trabajo en la factoría química para centrarse en su vocación artística.
En la actualidad se dedica solo al grabado, con labores en aguafuerte, aguatinta, punta seca; trabajos que son admirados por quienes pasan ante el escaparate de su taller, ubicado en la calle Puerta Moneda, al lado de la iglesia románica del Mercado, lugar por el que indefectiblemente caminan los peregrinos que avanzan a Santiago de Compostela. Muchos de estos caminantes aprovechan la visita al taller para adquirir algún grabado que les genera emoción particular: Roncesvalles, el puente de Zubiri, el Alto del Perdón, Puente La Reina, Santa María de Nájera…
En esta «marea» jacobea llegan gentes de todas las profesiones. Por ello, por su taller han pasado desde directivos del MOMA de Nueva York a descendientes de Pablo Picasso, que dejan signado su paso en un libro de firmas que tiene abierto para los viajeros. Toda la obra está realizada a mano, tanto el grabado (aguafuerte y aguatinta) como la estampación, realizada en un tórculo, siguiendo modelos calcográficos del siglo XVI, afirma Holguera.