La amistad

En el mes de julio tiene un protagonismo especial el tema de la amistad. Es mes de vacaciones y tenemos más tiempo de estar con los nuestros, con nuestros familiares y amigos, con las personas cercanas, en un ambiente más distendido, sin tanto estrés. 

La amistad


El día 20 se celebra el día Internacional del Amigo y el 30 el de la Amistad. Esta celebración no tiene únicamente un alcance personal o sólo para los más cercanos, sino que nos abre a todo el mundo. Estos días nos recuerdan que la amistad es ese sentimiento desinteresado capaz de unir a personas muy diferentes, romper fronteras y tender lazos de solidaridad. Es algo muy poderoso por su naturaleza misma de bondad e incondicionalidad. El objetivo de la ONU con estos días internacionales es transmitir este sentimiento como una herramienta para conseguir la paz, acabar con la violencia y la pobreza, contribuyendo a una sociedad más justa y sostenible. En definitiva, que haya armonía dentro de los pueblos y entre ellos.

Nuestra fe cristiana la hemos de vivir en clave de amistad. Jesús nos recuerda en su evangelio: “Ya no os llamo siervos, a vosotros os llamo amigos” (Jn 15, 12ss). Numerosos textos bíblicos nos hablan de la amistad recogiendo la experiencia de los seres humanos como algo esencial para afrontar nuestra vida: “Un amigo fiel no tiene precio”, (Si 6,15), nos recuerda el autor bíblico. 

El papa Francisco en distintos documentos nos habla de la amistad: Christus Vivit, tras el Sínodo de los jóvenes y Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social. Son dos claros ejemplos de la importancia de este tema. Para escribir sobre la amistad, el Papa también se ha inspirado en San Francisco de Asís, que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, se sabía todavía más unido a los que eran de su propia carne (Cf. Ft 2). El santo de Asís entendió el sentido de la amistad más profundo: acercarse al otro en su movimiento propio, no para retenerlos en el suyo, sino para ayudarles a ser más ellos mismos. Acogió la verdadera paz en su interior, se liberó de todo deseo de dominio sobre los demás, se hizo uno de los últimos y buscó vivir en armonía con todos (Cf. Ft 4)

Francisco nos propone una nueva cultura basada en la amistad. El camino es la cercanía y la cultura del encuentro. Buscar puntos de contacto, tender puentes, proyectar algo que incluya a todos. La amistad es un regalo de la vida y un don de Dios. A través de los amigos el Señor nos va puliendo y nos va madurando. Al mismo tiempo, los amigos fieles, que están a nuestro lado en los momentos duros, son un reflejo del cariño del Señor, de su consuelo y de su presencia amable. Tener amigos nos enseña a abrirnos, a comprender, a cuidar a otros, a salir de nuestra comodidad y del aislamiento, a compartir la vida. 

Fr. Benjamín Echeverría

  • Compártelo!