Mensaje de la XXXIII Asamblea General.
La Federación Interfranciscana de España ha celebrado su XXXIII Asamblea general durante los días 6 y 7 de octubre de 2018 bajo el lema “¿Por qué a ti, Francisco?”. Sintiéndonos en comunión con la Iglesia universal que celebra en estos días el Sínodo de obispos convocado por el papa Francisco con el título “Juventud, fe y discernimiento vocacional”, hemos querido acercarnos al mundo de los jóvenes.
La pregunta que Fray Maseo hace a San Francisco (Flor X) nos ha ayudado a vertebrar las reflexiones de estos días. Hemos realizado un ejercicio de escucha. En un primer momento nos hemos acercado a los jóvenes de la generación “Z” de la mano de José María Bautista, después hemos contado con jóvenes vinculados a la espiritualidad franciscana que nos han hablado de sus inquietudes, de su vocación franciscana y de lo que esperan de todos los miembros de la familia franciscana.
Las cuestiones surgidas nos ayudan a seguir buscando la voluntad de Dios con ahínco, de modo que transparentemos a Jesucristo y hagamos buenas las palabras de Francisco de Asís: "por esa razón Dios os ha enviado al mundo entero, para que de palabra y de obra deis testimonio de su voz y hagáis saber a todos que no hay omnipotente sino él” (CtaO 9)
Constatamos que San Francisco sigue siendo muy atractivo para este mundo, en general, y para los jóvenes en particular.
El reto radica en vincular las inquietudes de los jóvenes con el carisma de San Francisco y con la propuesta franciscana de nuestras Órdenes y Congregaciones.
Sabemos que el trabajo es exigente: vemos la necesidad de discernir estructuras mentales y físicas para estar dispuestos en todo momento a la acogida de los jóvenes, nos damos cuenta de que hemos de escuchar más, hemos de tomarnos más en serio a los jóvenes; hemos de arriesgar para, como Francisco de Asís, ser los “locos de Dios”...
Las Comisiones y las Zonas en las que se vertebra la Federación Interfranciscana también son motivo de revisión en nuestra Asamblea general.
Constatamos la mucha vida que hay en ellas y el buen hacer de los hermanos y hermanas que, con iniciativas sencillas, estamos generando cauces de conocimiento mutuo, de comunión y de misión compartida.
La preocupación por los más débiles, por la justicia y la paz en nuestra sociedad, por la formación de las generaciones más jóvenes, por las misiones ad gentes o por la calidad litúrgica de nuestras celebraciones son expresión de la presencia del Espíritu en medio de nosotros. A la vez, nos sentimos impulsados a vivir nuestro carisma abiertos a la Iglesia y al mundo en actitud de servicio desde Dios, centro de nuestra vida.
Finalmente, la Federación Interfranciscana de España, siguiendo la voluntad de San Francisco expresada en sus testamentos, manifiesta su comunión con el Papa Francisco en estos momentos difíciles para la Iglesia.
Las dificultades que afronta, lejos de generar división, nos han de fortalecer para trabajar como hermanos en el único proyecto de Dios sobre la humanidad: Su Reino. Elevamos nuestra oración a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo para que siga fortaleciendo al Papa Francisco en su misión de pastorear a la iglesia universal desde el Evangelio de la misericordia y del compromiso con el más débil que encarnó Jesucristo, y para que todos los bautizados sepamos vivir la comunión fraterna dentro de nuestra diversidad.