Decenas de miles de fieles visitan la imagen del Cristo de Medinaceli.
Siempre, pero en especial en este primer viernes de marzo la imagen es venerada por el pueblo quien besa al Nazareno en señal de reconocimiento, respeto y devoción.
Como es tradición, se abrieron las puertas de la basílica a las a las 12 de la noche. Con el saludo del ministro provincial y el canto del himno a Jesús de Medinaceli iniciamos esta jornada. En primer lugar besó el pie del Cristo la fraternidad capuchina, a la que siguió la junta de la Archicofradía y los miembros de la misma encargados de los servicios de atención a los fieles. Después comenzó el desfile de fieles ante el Cristo, tras largas horas de espera. Unos para besar el pie, y otros para celebrar la eucaristía y acercarse al sacramento de la reconciliación.
Durante la mañana del viernes acudieron distintas autoridades del gobierno de la nación, así como municipales y autonómicas, siendo la más esperada la de la casa Real, representada por la infanta Elena, en medio de fuertes medidas de seguridad.
El tiempo acompañó, pues la temperatura exterior era primaveral. El besapié finalizó con el SAMUR a las 5,12h de la madrugada del sábado .
Agradecemos el trabajo de tantas personas, devotas de Jesús, que un año más se han implicado para que este día transcurra del mejor modo posible.: esclavos de la Archicofradía, Cuerpos de Seguridad del Estado, policía local y SAMUR. Ellos hacen lo posible, junto con la paciencia y el saber estar de los fieles para que todo transcurra con normalidad.
Impresiona no sólo el número de fieles que se acercan en este día, sino la seriedad y la fe con la que se acercan para pedir al Cristo que les acompañe y les dé fuerzas para afrontar todas las situaciones de la vida. Muchas personas nos hacen partícipes de sus propias experiencias de sentirse escuchadas, ayudadas y animadas en su caminar humano y creyente. Para los frailes es un buen momentos para compartir las “alegrías y esperanzas de esas personas “.
Ante las lágrimas o agradecimiento de los fieles, se hacen realidad las palabras de Fr. Maurico de Begoña que tantas veces cantamos viernes tras viernes: “no es devoción falsa y loca, traer besos en la boca nacidos del corazón…”
Benjamín Echeverría.