Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo
Acabo de leer en un periódico nacional que un estudio afirma que lo que marca nuestra existencia son las experiencias que vivimos y no los objetivos materiales. El título del artículo aparece en grandes letras: “Demuestran que la clave de la felicidad está en viajar y no en comprar compulsivamente”.
Por algo solemos decir que el dinero no da la felicidad. Ahora un estudio de una universidad de Estados Unidos dice que la clave para vivir alegre es generar recuerdos en base a experiencias y vivencias personales. Este titular me ha hecho recordar que las Naciones Unidas ha declarado 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.
Se reconoce «la importancia del turismo internacional y, en particular, de la designación de un año internacional del turismo sostenible para el desarrollo, para promover una mejor comprensión entre los pueblos en todas partes, conducir a que se tome una mayor conciencia de la riqueza del patrimonio de las diversas civilizaciones y llevar a una mejor apreciación de los valores inherentes de las diversas culturas, contribuyendo así al fortalecimiento de la paz en el mundo».
El Año 2017 ofrece una oportunidad única para poner de relieve el potencial del turismo para ayudar a convertir nuestro mundo en un lugar de prosperidad y bienestar para todos.
Por ser uno de los sectores de mayor envergadura y crecimiento de nuestra época, el turismo puede estimular el crecimiento económico, crear empleo decente y oportunidades empresariales, así como ayudar a millones de personas a salir de la pobreza y mejorar sus medios de vida. Con unas políticas adecuadas, puede contribuir a la igualdad de género, la conservación de los ecosistemas y de la biodiversidad y la protección del patrimonio natural y cultural, además de ofrecer soluciones a muchos otros retos apremiantes a los que se enfrenta hoy nuestro mundo. Asimismo, un turismo inclusivo y participativo puede estimular el diálogo, fomentar el entendimiento mutuo y apoyar los esfuerzos destinados a construir una cultura de paz.
Decía Aldous Huxley:
“viajar es descubrir que todo el mundo se equivoca a cerca de otros países”.
Algunos de los objetivos que se quieren alcanzar con esta proclamación son la protección de los océanos, los mares, los ríos y la fauna marina y también la promoción del consumo y la producción de alimentos sostenibles. Estas vertientes pueden ser vitales para conseguir un desarrollo favorable para el medio ambiente. Recordamos también a Gabriel García Márquez, para quien “viajar es marcharse de casa, es dejar amigos, es intentar volar. Volar conociendo otras ramas, recorriendo caminos, es intentar cambiar”.
Feliz año 2017
Benjamín Echeverría
Ministro Provincial de Capuchinos de España