Año Internacional del Entendimiento Global
El 14 de agosto de 2014 la UNESCO decidió proponer a la ONU la proclamación de 2016 como año internacional del entendimiento mundial. Estamos acostumbrados a los años internacionales, jornadas mundiales y años con motivos especiales dentro de la misma Iglesia. De hecho, éste es también el año de la misericordia. Me parece bien que nos tomemos en serio este asunto del entendimiento global, pues cada vez somos más conscientes de que formamos parte de una “Aldea Global”. En esta “aldea” vemos que se cumple ese refrán de “pueblos pequeños, infiernos grandes”.
Es interesante conocer que la iniciativa aprobada por este organismo mundial fue propuesta por la delegación de Djibouti o Yibuti, un pequeño país africano. La razón principal que aduce este pequeño país para celebrar el Año Internacional del Entendimiento Global es que la humanidad, se encuentra hoy en día ante situaciones sin precedentes: está en juego el clima mundial, los ecosistemas y la biodiversidad, el orden económico y el bienestar sociocultural. De entre los efectos de la declaración de 2016 como el año internacional del entendimiento mundial, se encuentran, un cambio de actitud en las esferas de poder, que elimine las prácticas nocivas para el medio ambiente, elaborando modelos alternativos de trato entre los humanos y de éstos con la Naturaleza. Servirá para fomentar la toma de decisiones responsables afectando positivamente la cotidianeidad de las personas, bien como individuos y como miembros de su comunidad. Así pues, en todo este camino que tenemos para recorrer este año, habrá un objetivo común, tratar de entendernos con nuestras familias, con nuestros amigos, con nuestros compañeros y tratar de entender a quienes no son tan cercanos y además no comprendemos.
Podremos profundizar en esa petición que hacía a modo de oración san Francisco de Asís ante el Cristo de San Damián: “ilumina, oh Señor, mi entendimiento y corazón. Dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta”.
Por otro lado, además, la ONU ha declarado a 2016 el Año Internacional de las Leguminosas, con la intención de sensibilizar a los pueblos de la importancia alimentaria de estos vegetales, y propiciar el incremento de su producción, aportando así a la erradicación de la pobreza alimentaria. Es digna de elogio la resolución de la Asamblea General de la ONU, pero quienes aspiramos a ver un mundo mejor, aplaudimos la iniciativa del país africano Djibuti o Yibuti.
Con mis mejores deseos: Feliz año 2016
Benjamín Echeverría