Martes 17º semana Tiempo Ordinario 1ª de salterio

San Pedro Crisologo, San Rufino.

Primera lectura: Jeremías 14, 17-22

Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros.
 


Salmo: 78, 8-9. 11. 13

R/. Señor, por la gloria de tu nombre, líbranos.
 


Evangelio: Mateo 13, 36-43

En aquel tiempo, Jesús se despidió de la gente y entró en casa. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron:
—Explícanos lo que significa la parábola de la cizaña en el campo.
Él les respondió:
—El labrador que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que pertenecen al Reino, y la cizaña representa a los que pertenecen al diablo. El enemigo del dueño, aquel que sembró la cizaña, es el diablo; la siega representa el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. Del mismo modo que se recoge la cizaña y se hace una hoguera con ella, así sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará entonces a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino a todos los que son causa de pecado y a los que hacen el mal, y los arrojarán al horno encendido, donde llorarán y les rechinarán los dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. Quien pueda entender esto, que lo entienda.

 


Reflexión:

Nos encontramos ante una alegorización de la parábola, que preten de subrayar el justo proceder de Dios ante las aparentes paradojas de la vida. La suerte actual no es la suerte final. Se “pierden” algunos aspectos de la parábola, por ejemplo el tema de la paciencia de Dios, y se acentúa el aspecto escatológico del juicio. Nos hallamos ante una explicación eclesial a la actual situación en que se hallaba la comunidad, donde hay trigo y cizaña. Es un ejemplo de cómo “aplicar” el evangelio a
la vida de la comunidad.

 


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