Fiesta Cátedra de San Pedro Apóstol
Cátedra de San Pedro
Primera lectura: 1 Pedro 5, 1-4
Yo, presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo
Salmo: Salmo 22, 1-3. 4. 5. 6
R/. El Señor es mi pastor,
nada me falta.
Evangelio: Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Reflexión:
Una fiesta “equívoca” en su formulación, porque el Maestro nunca ocupó una “cátedra” sino que ejerció su magisterio a los pies de los discípulos (Jn 12,) y en itinerancia, advirtiéndoles que el discípulo no es más que el maestro (Lc 6,40), que no tuvo donde reclinar la cabeza (Mt 8,20) subrayando “Os he dado ejemplo” (Jn 13,15). ¿Qué evocamos en esta fiesta? La misión que Jesús confió a Pedro de liderar a “su” Iglesia, la de Jesús y al estilo de Jesús. Pedro es convertido en punto de comunión como testigo y custodio de la fe que acababa de proclamar -“Tú eres el Hijo de Dios vivo”-, porque esa es la “roca” en la que descansa la promesa de Jesús. Y además es constituido en confirmador de la fe de los hermanos (Jn 21,15-17). Ese es el sentido profundo del “primado” de Pedro.