Viernes 1ª semana Tiempo Ordinario 1ª semana del salterio
Sta. Tatiana, San Bernardo de Corleone.
Primera lectura: 1 Samuel 8, 4-7. 10-22a
Os quejaréis a causa del rey, pero el señor no os responderá.
Salmo: 88, 16-17. 18-19
R/. El amor del Señor cantaré eternamente.
Evangelio: Marcos 2, 1-12
Algunos días después, Jesús regresó a Cafarnaún. En cuanto se supo que estaba en casa, se reunió tanta gente, que no quedaba sitio ni siquiera ante la puerta. Y Jesús les anunciaba su mensaje.
Le trajeron entonces, entre cuatro, un paralítico. Como a causa de la multitud no podían llegar hasta Jesús, levantaron un trozo del techo por encima de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la camilla con el paralítico.
Jesús, viendo la fe de quienes lo llevaban, dijo al paralítico:
—Hijo, tus pecados quedan perdonados.
Estaban allí sentados unos maestros de la ley, que pensaban para sí mismos:
«¿Cómo habla así este? ¡Está blasfemando! ¡Solamente Dios puede perdonar pecados!».
Jesús, que al instante se dio cuenta de lo que estaban pensando en su interior, les preguntó:
—¿Por qué están pensando eso? ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico: «Tus pecados quedan perdonados», o decirle: «Levántate,
recoge tu camilla y anda»?
Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad para perdonar pecados en este mundo.
Se volvió al paralítico y le dijo:
—A ti te hablo: Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa.
Y él se levantó, recogió al punto su camilla y se fue en presencia de todos. Todos los presentes quedaron asombrados y alabaron a Dios diciendo:
—Nunca habíamos visto cosa semejante
Reflexión:
La fe es un elemento fundamental de la acción de Jesús. “Todo es posible para el que cree” (Mc 9,23). El acercamiento de Jesús al hombre es siempre salvador. La salud que aporta no es parcelaria, afecta a todo hombre y al hombre todo. Es un subrayado fundamental del texto. Pero junto a ese, hay otros aspectos que podríamos denominar catequéticos: la función de los camilleros, impelidos por la fe en Jesús y por el amor y la compasión hacia el enfermo. Conducir a Jesús es la meta del discípulo. Mientras aquellos hombres abren un boquete en el tejado, otros se limitan a criticar la obra de Jesús. Son los que prefieren más ser guías de ciegos o paralíticos que alegrarse de que estos recuperen la vista y la movilidad y vean y caminen por sí mismos. Aprendamos de la fe y de la caridad de los camilleros que ofrecieron sus pies y sus manos para acercar a aquel hombre a Jesús.