Sábado 4ª semana Tiempo Ordinario 4ª semana del salterio

San Blas, San Óscar.

Primera lectura: 1 Reyes 3, 4-13

Concede a tu siervo un corazón atento para juzgar a tu pueblo.
 


Salmo: 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14

R/. Enséñame, Señor, tus normas.
 


Evangelio: Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le comunicaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo:
—Vengan aparte conmigo. Vamos a descansar un poco en algún lugar solitario.
Porque eran tantos los que iban y venían que no les quedaba ni tiempo para comer. Así que subieron a una barca y se dirigieron, ellos solos, a un lugar apartado.
Muchos vieron alejarse a Jesús y a los apóstoles y, al advertirlo, vinieron corriendo a pie por la orilla, procedentes de todos aquellos pueblos, y se les adelantaron. Al desembarcar Jesús y ver a toda aquella gente, se compadeció de ellos porque parecían ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

 


Reflexión:

Regresan los Apóstoles de la primera misión, ilusionados por su re sultado. Es interesante advertir que durante su ausencia Jesús no ha hecho nada significativo que pudiera ser desconocido por ellos. Y les invita a buscar un espacio tranquilo para analizar y reflexionar. Este gesto refleja un rasgo de humanidad de Jesús, pero también de sabiduría: no hay que dejarse llevar por lo inmediato. Jesús busca espacios de serenidad para evaluar la primera salida misionera. La gente advierte su
ausencia y le busca. Al verlos, Jesús manifiesta su compasión porque andaban como ovejas sin pastor. La urgencia pastoral se impone y comenzó a enseñarles. Una importante lección: la misión no puede aplazarse. Evaluar, analizar y descansar son momentos necesarios en la evangelización.

 


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