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«Tu Padre que ve en lo Secreto» La conversión a la compasión social.

Llegada la Cuaresma, la llamada a la conversión resuena en todas las comunidades cristianas. Pero, como ni se planea en concreto ni se evalúa, esa llamada a la conversión de un modo genérico queda en agua de borrajas. Pasa la Cuaresma y hasta la próxima.

¿No merecería la pena tratar de construir una espiritualidad que incida algo en nuestra vida corriente?
Desde ese anhelo, y de la mano de la Palabra, queremos proponer un determinado tipo de conversión: la conversión a la compasión social. Como luego diremos, el evangelio propone como alternativa a una piedad “hipócrita” (para que se vea) una piedad compasiva, social (en lo secreto).

Puede ser que, de salida, esto no nos suene mucho porque los modos de nuestro imaginario religioso son los que son. Pero la reflexión, la oración y el compartir fraterno podrían ayudarnos y animarnos a una Cuaresma con una cierta significatividad.

Podríamos haber tomado como temas de una reflexión en esta Cuaresma algo más coyuntural como el Jubileo o el Cántico de las Criaturas. Pero hay en el evangelio un planteamiento sobre “lo secreto” muy interesante, lleno de ecos y sugerencias. Merece la pena poner delante algo nuclear de la Palabra.

Que no nos canse el evangelio, que no nos derrote la rutina con su amuermamiento, que tengamos una actitud de apertura y que se nos dé la gracia de leer el evangelio con la novedad con la que se escribió.

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