V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús
Teresa, hija de Alonso Sánchez de Cepeda (Toledo) y de Beatriz de Ahumada (Olmedo -Valladolid) nace en Ávila el 28 de marzo de 1515.
Su abuelo Juan Sánchez de Toledo era un rico mercader judío, que después de bautizarse cristiano, volvió a practicar la religión de Moisés, fue despojado de sus riquezas y condenado a hacer penitencia pública (el famoso Sanbenito).
Su padre enviudó y se casó con doña Beatriz en segundas nupcias.
Después de una infancia feliz, pierde a su madre a los 14 años y comienza una adolescencia complicada: “Esos libros no dejaron de enfriar mis buenos deseos y me hicieron caer insensiblemente en otras faltas. Comencé a interesarme por las modas, a tomar gusto por vestirme bien, a preocuparme mucho por el cuidado de mis manos y cabello, a usar perfumes y a emplear todas las vanidades que el mundo aconsejaba a las personas de mi condición”.
Preocupado por todo esto, su padre D. Alonso la internó a los 15 años en el Convento de las Agustinas de Ávila. Allí enfermó, por lo que su padre la llevó a la casa. Recuperada, decide entrar a los 20 años en el Monasterio de las Monjas Carmelitas de la Encarnación de Ávila.
Allí había una comunidad muy numerosa: cerca de 200 monjas. Unas tenían sus propias sirvientas, pues procedían de familias pudientes. Esta vida en el monasterio no la satisfacía pues tenían que dedicar mucho tiempo a personas de la ciudad ya que de sus limosnas vivían y se mantenían.
La falta de una vida más entregada a Dios hizo que brotara en ella el deseo de mayor pobreza y oración.
Una noticia terrible fue la reforma protestante de Lutero que dividió a Europa en dos. Las consecuencias de esta reforma dolieron profundamente a Teresa. Otra noticia venía del nuevo mundo: estragos causados por la conquista de las nuevas tierras donde se perdían muchas almas.
Desconsolada, Teresa fue a llorar a los pies de un crucifijo y pidió a Jesucristo a ver qué podía hacer ella.
“Espera, hija mía y vendrán grandes cosas”.
Este fue el arranque de la reforma del Carmelo en Castilla y Andalucía. Fundó 17 monasterios de monjas de clausura e inició la Reforma de los religiosos con S. Juan de la Cruz a la cabeza.
Murió el 4 de octubre de 1582 en Alba de Tormes (Salamanca). En 1622 fue canonizada y tuvieron que pasar 400 años para que la iglesia la declarara por medio de Pablo VI “Doctora de la Iglesia” el 27 de septiembre de 1970.
El Papa Pío XI, en el año 1923, por boca de Mons. Aurelio Galli se negó a reconocer a Teresa como doctora por el sólo hecho de ser mujer, aduciendo obstat sexus(el sexo se lo impide).