Lucía, tan solo quiero decirte unas palabras, darte seis consejos que seguro que estarán en el pensamiento de todos los que te queremos y estamos aquí. También van dirigidas a todos nuestros niños que queremos y están aquí con nosotros.
Me gusta imaginar la vida como un lienzo en blanco en el que cada uno de nosotros cuando somos niños comenzamos a dibujar los primeros trazos. Utilizarás el rojo que da pasión, el azul que da la paz, el amarillo que da calor, el verde que te dará esperanza, el marrón que te dará cobijo, el blanco reflejo de inocencia y a veces el negro de sobriedad.
Al inicio en tu lienzo usarás tus manos y tus dedos y colores que serán simples, limpios y puros, los mezclarás sin darte cuenta y expresarás más tus emociones. Conforme te hagas mayor empezarás a dirigir esos trazos llevando un orden y un canon, pero mi primer consejo es que nunca pierdas la niñez, esos sentimientos puros, esos trazos libres, no escondas ese espíritu bajo un orden y rectitud extremas.
Cuando seas más mayor adquirirás valores, formas de entender las cosas, esos son los tipos de pinceles. Harás trazos más débiles y otros más fuertes, pinceladas más rectas y otras más curvas, incluso texturas diferentes… pues así es la vida, serpenteante, inesperada, rígida en ocasiones pero también flexible, sensible, bonita y descarada… un constante intercambio de sensaciones y características opuestas que danzan, alternándose su protagonismo pero formando un conjunto sublime. Tendrás un boceto del cuadro que te gustaría pintar, soñarás con él…
Con respecto a esto, mi segundo consejo, Lucía es que seas una pintora libre, no seas esclava de nada ni de nadie, que tu alma no dependa de algo para seguir pintando tu lienzo, sé libre, siéntete siempre libre. No permitas que nadie apague tus sueños ni te quite tu libertad. En definitiva no tengas miedo al pintar, no tengas miedo a equivocarte, llora, respira hondo, pequeña sonrisa y sigue pintando.
Al mirar a tus lados verás como estamos los demás también pintando nuestros propios cuadros, pensarás “¡qué bonito es ese!” “¡qué mal está pintando aquel!”. Mi tercer consejo Lucía es que no desees el cuadro de otro, no tengas envidia, la envidia es el peor mal de un pintor, es el infierno en vida, seca las pinturas y los pinceles y no te deja seguir pintando feliz.
Oirás hablar de ejemplos de vidas de pintores y cómo pintaron, el agresivo, el guerrillero, pero también oirás que existe el caritativo, el pacífico. Ahí te recomiendo que te intereses por Jesús, que leas sus parábolas y su vida en los evangelios, cómo enseña a perdonar y a amar y verás como pintas mejor. Mi cuarto consejo pues, es que te identifiques más con el pintor que tiene su alma en paz, el que ha llegado a ser Santo, no busques al guerrillero que pintaba con “hasta la victoria siempre”, mejor encuentra al Mahatma que pintó diciendo “el amor es la fuerza más humilde pero la más poderosa que dispone el ser Humano” y “perdonar es el valor de los valientes, solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”
Entre esos pintores verás que están tus padres, tu hermana Mireia, tus abuelos, todos los que te queremos y todos los Ángeles que una vez estuvieron pintando la vida como tú y que aunque no lo sepas, te ayudan desde donde están.
También un día decidirás que quieres ir a pintar por parejas y encontrarás un pintor que respeta tu arte y desearás que el pinte en tu lienzo y tú pintar en el suyo y que algún día puedas regalar al mundo un nuevo pintor o pintora. Mi quinto consejo es que te dejes guiar por todos ellos, deja que cojan tu mano para ayudarte a hacer el trazo que quieres, que tu corazón sepa encontrarlos.
Por último Lucía acabo con mi sexto consejo, yo he cumplido 40 años y tengo la ilusión de pensar que me falta aún pintar la mitad de mi cuadro, no lo sé….
Por eso mi sexto consejo no es para ti sola, es para todos nosotros y es que tenemos que pintar como si nos fuéramos a marchar mañana pero tenemos que aprender a pintar como si fuéramos a vivir siempre.
Muchas gracias y un beso para Lucía y para todos nuestros Niños.
José Antonio March Villalba
Suscriptor de nuestra revista "El Mensajero de san Antonio"