Hombre excepcional, misionero intrépido y sin par que llevó el Evangelio de la Paz a siete naciones. Restauró la Orden Capuchina en España.
Nuestro Venerable Padre Esteban de Adoáin sabemos que recorrió misionando Venezuela, Cuba, El Salvador y Guatemala, dejando huellas imborrables en los moradores de las diferentes regiones que tuvieron la suerte de escuchar su mensaje, lleno de amor y de perdón.
Pero nos encontramos con un pueblo del Oriente de Guatemala que sobresale sobre los demás lugares por donde misionó. Les hablo del pueblo de Olopa. Corría el año 1862, durante unas misiones celebradas en el valle de Olopa, el padre Esteban, antes de marcharse del lugar, consiguió que sus habitantes construyeran un oratorio para colocar una imagen de la Divina Pastora de las almas.”Dicho oratorio estaba construido toscamente de paja, y a cuya sombra bienhechora comenzó a poblarse aquel lugar”, escribió el Padre Ángel Echeverría.
Era tantísima la devoción que despertó la imagen de la madre del Buen Pastor que muy pronto empezaron a instalarse familias, provenientes de toda la región chortí.
Olopa, que pertenecía al municipio de Chiquimula en el año 1870, fue declarado municipio, con plena autonomía. Hoy, ya en el año 2018, la Madre del Buen Pastor continua siendo venerada y querida como la reina del lugar. En el acto inaugural de la feria y fiestas en homenaje a la Madre del Buen Pastor, se iniciaron con una oración, seguida por un respetuoso silencio de todos los asistentes.
El alcalde de Olopa hizo entrega del diploma en el que reconoce a Paz y Bien su apoyo a la población. El documento está firmado por toda la Corporación Municipal. Fredy Neptalí Urrutia Guevara, máxima autoridad del pueblo de Olopa, dijo en dicho acto: “Y considerando que el Padre Capuchino, Rafael Pozo Bascón, ha colaborado en el emprendimiento en nuestro municipio, a través de proyectos de apoyo a la salud, desnutrición y becas para estudiantes, así como otros proyectos de beneficio para nuestra comunidad. Acuerda otorgarle el reconocimiento de amigo distinguido del pueblo de Olopa”.
Paz y Bien está muy concienciada con la población y está interviniendo de forma muy contundente en Olopa con programas de Becas Escolares, Lucha contra la Desnutrición y Control Médico de Mujeres Gestantes: también hemos iniciado un programa de lucha contra el maltrato de la mujer.
Doble reconocimiento a Paz y Bien Guatemala. Un año más, la municipalidad de Quezaltepeque ha querido distinguir la labor social que Paz y Bien está realizando en la comunidad. Nuestro lema siempre ha sido “trabajar con la comunidad, por la comunidad y desde la comunidad”. Jamás realizamos un proyecto o programa social sin contar con la comunidad, representada por las Municipalidades.
El pasado año, Paz y Bien realizó programas de gran calado en la villa de Quezaltepeque y sus treinta y tantas aldeas, a través de nuestros programas de comedor social, becas escolares, alimentos, apoyo a la educación, asesoramiento agrícola y, como proyecto estrella, el control y seguimiento de todos los niños en riesgo de desnutrición.
Este trabajo se ha realizado en total sintonía con las Oficinas de la Municipalidad y con el importantísimo apoyo de la Asociación APAR, conocedora de la realidad existente en nuestro mundo rural.
Cualquier reconocimiento supone para Paz y Bien un compromiso social y no nos detenemos a congratularnos, simplemente nos alegra el ver que nuestro trabajo sea valorado por la sociedad en la que realizamos nuestra acción social.
Rafael Pozo