Ya tenemos lema para el próximo curso... "ALÉGRATE"
Cada año, en el mes de abril, se celebra el Encuentro de pastoral de los Colegios capuchinos de España. Entre los puntos tratados, está la elección del lema que guiará nuestros pasos durante el curso siguiente. Queremos que sea un lema sugerente, fácil de memorizar, que esté relacionado con los anteriores y que tenga actualidad. El lema escogido: ALÉGRATE.
Consideramos que el lema seleccionado reúne todos los requisitos establecidos:
-Es muy sugerente porque nos invita a crecer, a superar las dificultades, conecta con el carisma franciscano.
-También es fácil de aprender, ya que es muy breve.
-La conexión con los años anteriores resulta evidente: después del “RE-INÍCIATE” siguió “HACEMOS CAMINO”, ahora sólo añadimos “con alegría”.
Es decir; “ALÉGRATE”.
-La actualidad nos viene dada por los acontecimientos que celebramos. Destacamos: el V Centenario del nacimiento de santa Teresa, el V Centenario de san Félix de Cantalicio (primer santo capuchino, coetáneo de santa Teresa), el III Centenario de san Félix de Nicosia (también capuchino) y el Año de la vida consagrada con motivo del 50 aniversario del Concilio Vaticano II.
Son muchas las publicaciones sobre estos diversos motivos. En todos ellos se destaca el valor de la alegría. Recordemos sólo la carta del Papa con ocasión del Centenario de Santa Teresa: la alegría es un camino que hay que andar toda la vida.
Necesitamos aprender de nuevo a caminar con alegría para ver la vida con los ojos de Dios. La alegría franciscana tiene que ver con las cosas cotidianas. Nace del encuentro con Dios y del reconocimiento de los demás como hermanos.
“Alégrate” es una invitación a vivir de forma alternativa, como lo hizo Francisco de Asís. Él tenía una visión optimista de la vida, que surgió por contraste con el pesimismo de los cátaros. La alegría le acompañaba siempre. No fue un adorno superficial, sino algo exigente, como se demuestra en el relato de la Perfecta alegría.
-Alégrate, porque la vida es más que lo que hacemos.
-Alégrate, porque la felicidad está en lo cotidiano, en lo pequeño, en las cosas que se escriben con minúscula: la naturaleza, la belleza, la alabanza...
-Alégrate, porque la dicha también se escribe con mayúsculas: nace de la fe en Dios y del trato con Él. Con esta confianza podemos seguir recorriendo el camino, despreocupados de todo aquello que ensombrece la paz y aleja la alegría.
-Alégrate, porque puedes encontrarte con tus compañeros y amigos, porque puedes perder el tiempo con ellos. Estar es más que hacer y tener.
-Alégrate porque el gozo brota de la sabiduría de intuir que la vida es más que las notas que sacamos o nos ponen los demás.
La alegría brota del contacto con uno mismo. No depende del exterior. Es una mezcla de aceptación y motivación para vivir. Una valoración profunda del a vida que estamos viviendo.
El cansancio no atrae. La alegría sí. Lo expresa también el Papa Francisco, en su primer Domingo de Ramos, se dirigió a los jóvenes con estas palabras: “Jesús es Dios, pero se ha abajado a caminar con nosotros. Es nuestro amigo, nuestro hermano. Él nos ilumina en nuestro camino. No seáis nunca hombres ni mujeres tristes. Nunca os dejéis vencer por el desánimo”.
La alegría, por tanto, es una exigencia. De ahí que el lema del próximo curso esté formulado así: “ALÉGRATE”.